Puesto vacante de ermitaño en un lugar único: el Calvario de Alloza

REPORTAJE. FOTOGALERÍA. El entorno del Vía Crucis es un enclave con personalidad propia que se preserva gracias al trabajo de la Asociación de Amigos del Calvario de Alloza

En los muros exteriores de la ermita del Santo Sepulcro de Alloza dejaron hace décadas ya constancia de su paso los moradores de la casa anexa. Ubicada en la cima del conocido Calvario, la casa del ermitaño aguarda vacía desde que el último cerrase la puerta de forma casi definitiva. Históricamente los responsables de las ermitas eran los encargados de velar por estos templos y acometer una serie de labores. Desde vestir las imágenes conforme mandaba el tiempo litúrgico hasta -en este caso concreto- hacer cumplir una antigua tradición a la que se refiere la historiadora Josefina Lerma en una publicación del CELAN sobre el Calvario de Alloza: «subir por las calles o camino del Vía Crucis y bajar por la vía de los Dolores. Incumplir esta norma se multaba con una vela».

Una figura, la del ermitaño, que los Amigos del Calvario de Alloza quieren recuperar para poder contar con una persona al cuidado de tan valioso espacio, que gestionan gracias a un concierto con el Arzobispado de Zaragoza. «Tenemos una casa del ermitaño que queremos restaurar. Si viene una persona que cumpla determinados requisitos para que pueda vivir aquí lo que queremos es que la ermita se pueda ver y que haya unos horarios y una persona que se encargue de cuidar la parte superior del espacio», explica Antonio Garay, secretario de los Amigos del Calvario de Alloza.

No obstante, desde la asociación buscan a alguien con una serie de aptitudes y actitudes que sumen, para hacer del Calvario un lugar más entrañable si cabe. «No tenemos prisa, pero si surge una persona con un perfil muy concreto: amable, con disposición para hacer cosas… No querríamos a una persona que nos comporte un problema, porque entonces sería una mala solución», aseguran.

El contar con un ermitaño permitiría que el templo del Santo Sepulcro pudiese ser más conocido, ya que este espacio sorprende a todo aquel que consigue traspasar sus puertas. La ermita -ubicada en el punto más alto del Calvario- consta de una nave rectangular marcada por una profusa decoración pictórica en algunas zonas: arcos, cornisa y columnas. Los motivos, de vivos colores, se hacen más notables en la cúpula, que dispone de un vano por donde entra escasa la luz natural. Bajo este elemento se encuentra la imagen de Cristo Yacente en una urna, alzado en un baldaquino con ángeles en sus esquinas, cortinajes y columnas salomónicas. En las paredes, decoran el primer tramo de la nave una curiosa serie de 12 pinturas de Escuela Flamenca en planchas de cobre que datan del siglo XVII; y en el suelo, baldosas de barro cocido con motivos geométricos y vegetales en blanco, azul, verde y amarillo.

Inscripciones en la zona exterior de la ermita de los últimos ermitaños de Alloza./ Alicia Martín
Cúpula de la ermita del Santo Sepulcro de Alloza, con una profusa decoración pictórica. En la imagen también aparece la parte alta del baldaquino, culminada por varias figuras./ Alicia Martín

Mejora continua

Muchos son los esfuerzos que la asociación -compuesta por unos 300 socios y participación tanto del Ayuntamiento (alcalde) como del Arzobispado (párroco)- ha llevado a cabo para conservar y preservar el entorno del monte Calvario. De hecho, en estos momentos continúan con la adecuación del serpenteante camino que asciende hasta la ermita. «Tenemos 2 kilómetros de calzadas que estamos restaurando, manteniendo unos criterios. Estamos iluminando estas calzadas, taludándolas, queremos también poner cascadas de agua porque queremos jugar con este elemento», explica Garay. Y es que desde la entidad lo tienen claro: «El Calvario tiene un componente religioso pero queremos que tenga también un aspecto lúdico en cuanto a que la gente pueda venir a pasear, a leer, a escuchar música, a sentarse en una de las fuentes…».

También se quiere traer el agua desde un depósito cercano para poder regar sin problema la profusa vegetación. «Queremos darle un impulso a las partes ajardinadas para resaltar las especies autóctonas», indica Garay. Una vegetación que también es patrimonio: «Tenemos unos cipreses centenarios que están declarados Arboleda Singular de Aragón, es decir, están protegidos. Y nosotros pretendemos también que el ciprés madre sea reconocido como tal», comenta. El imponente árbol se ubica en la zona baja del recinto. A sus pies, una de las fuentes más llamativas del espacio, la de las cinco llagas, por la que pasa agua corriente únicamente cuando una presencia activa el sistema.

Titularidad y financiación

Las actuaciones que la asociación lleva a cabo en el Calvario se financian con fondos propios, procedentes de las cuotas anuales de los socios y otras donaciones. «Cuantos más seamos más podremos hacer», dice animoso Garay. No obstante, para acometer grandes intervenciones sería esencial el poder acceder a determinadas ayudas. Una cuestión complicada marcada por la titularidad del espacio. Supone un condicionante que viene arrastrándose desde siglos atrás, puesto que según los últimos documentos disponibles y tras varias idas y venidas, la ermita no es considerada propiedad municipal. Así queda documentado en el trabajo de Lerma: «En 1959, el registrador de la propiedad de Híjar certificó que el ayuntamiento era dueño en pleno dominio de una serie de fincas, entre las que figuraba en el número 8 ‘casa y ermita del santo calvario’, aunque posteriormente el mismo registro negó su inscripción ‘por ser templo destinado al culto católico'».

«Los grandes proyectos escapan del presupuesto del Ayuntamiento y claro, no se pueden pedir ayudas porque no es propiedad municipal. Creo que en esto debería haber una amplitud de miras por parte de la administración. Sobre todo en aquellos pueblos en los que el patrimonio está limitado a 4 o 5 espacios», lamenta el alcalde de Alloza, Miguel Ángel Aranda.

A este respecto, Garay explica que uno de los objetivos de los Amigos del Calvario es que el espacio pase a ser Patrimonio Cultural para poder preservarlo. Un punto de gran relevancia que aparece por escrito en el concierto suscrito con el Arzobispado. «La titularidad puede ser una, pero cuando sea declarado Patrimonio Cultural pasaremos a depender de DGA. Si fuese un parque normal habría ayudas, y por el hecho de estar vinculado al Calvario no las tenemos«, expone Garay. El actual secretario de la asociación apela también a la «amplitud de miras» a la que se refiere el alcalde para hacer que la financiación llegue allá donde sea necesaria. «En los pueblos la realidad es la que es. No queremos las normas de las ciudades sino que las adapten a nuestra realidad», concluye. Más que una queja, se trata de «un lamento», asegura, reclamando que las ayudas contribuyan a las causas que en cada pueblo consideren adecuadas.

Un lugar a preservar

El Calvario de Alloza es quizá uno de los que con mayor precisión recrean el Gólgota de Jerusalén, escenario del Vía Crucis. Sus dimensiones, rincones y detalles dejan claro el por qué es un lugar muy querido por los vecinos. «No hay ningún Calvario en Aragón como el de Alloza. Tenemos capillas por cada una de las estaciones. Esto es un hecho diferencial. Y tenemos 15 en vez de 14. ¿Qué lo hace más singular? Es una reproducción bastante fidedigna de todo el recorrido de Jerusalén. Tiene 1.600 metros y cada uno de los episodios del Vía Crucis están definidos en las distancias que los Franciscanos fijaron», detalló Garay.

La capilla ‘extra’ correspondería a la Resurrección de Jesús, continuando con lo que dictan las Sagradas Escrituras y tras pasar por la mencionada ermita del Santo Sepulcro. Las capillas constituyen espacios cerrados que albergan un altar con la imagen. Además, a estos elementos se suman una serie de estaciones o peirones de la Vía de los Dolores.

Pero más allá del componente religioso, el espacio conforma un entorno singular por el que pasear o disfrutar de la tranquilidad y la calma. Un espacio con un gran valor sentimental para Alloza, que sueña con recuperar la antigua figura del ermitaño, y poder así mostrar al mundo la mejor cara de un espacio absolutamente único.

La ultima actualización de esta noticia fue 10 Ago 2021 10:58

Ver comentarios (6)

  • Magnífica iniciativa a la que hay que agredecer el cariño y dedicación, tanto de la propia asoación de amigos del Calvario como del Ayntamiento.

  • Yo pienso que en realidad les interesa es poder tener acceso al dinero que les darían en caso de tener un heremita viviendo en el santuario....y es lo que les importa ....el dinero

  • tengo 50 años y no tengo trabajo soy soltero, hostelero, jardinero y manitas, con donde jente y muy amigable Estoy interesado en la vacante

  • Ave Maria Purisima .Fui Fraile religioso 25 años ahora soy un laico consagrado ,tengo trabajo fijo pero estoy dispuesto a dejar mi trabajo y vivir como ermitaño .Trabajo en un colegio diocesano.

  • Saludos y bendiciones:
    Les escribo interesado, en saber si aún buscan ermitaño para que habite la Ermita del Calvario. Yo soy cubano de origen, actualmente me encuentro en Santo Domingo, República Dominicana, tengo 35 años, fui religioso de la Orden Franciscana y aun ando buscando un estilo de vida más cercano a Dios, precisamente como ermitaño, dedicándome al trabajo manual, la oración, contemplación, la meditación de la Palabra de Dios, el ejercicio piadoso devocional y atender a las personas que acudan a la ermita; así como todo el servicio relacionado con el culto divino: que sería el servicio de la sacristía, la liturgia, la limpieza y el acondicionamiento de la ermita tanto interior, como en la jardinería y áreas exteriores para mantenerla en condiciones y que se un espacio acogedor tanto para mí como para quienes la visitan. Asimismo, puedo realizar algún apostolado que necesite la parroquia local.