En los primeros tiempos de la transición española Joaquín Carbonell protagonizó un concierto histórico en Alcañiz junto a otros referentes de la cultura y la canción aragonesa como José Antonio Labordeta, La Bullonera, Tomás Bosque y el Pastor de Andorra. No había pasado ni un año del fin del franquismo, era el 5 de septiembre de 1976 y el público llenó la Plaza de Toros deseoso para ver a cantautores aragoneses que habían estado silenciados durante años.
«No fue un acto político sino reivindicativo de Aragón. Nos reunimos personas con tendencias muy diferentes reivindicando Aragón y fue un éxito total. Había ganas de cambiar el país y los cantautores despertaron conciencias con letras que decían mucho», precisa el historiador José María Maldonado, uno de los impulsores de aquel concierto.
Entonces un joven Maldonado junto con otros alcañizanos que rondaban la veintena organizaron el concierto en los días previos a las fiestas patronales. Un grupo en el que estaban Enrique Sánchez, Mercedes Grau, Mª Pilar Maldonado, Carmen Magallón, Perico Rojo, Carlos Moreno,… Entre el público, personas de todas las edades. «Recuerdo que había gente de mi generación pero también estuvieron mis padres y mi abuela», apunta.
Su organización no fue fácil y les mantuvo en vilo hasta el último día por si conseguían o no el permiso. Esa misma mañana aparecieron pintadas anarquistas en la Plaza de Toros y el capitán de la Guardia Civil prohibió el acto. Sin embargo el alcalde, José María Pascual, dijo que respondía por ellos y que el concierto seguía adelante. «Fue un exitazo. Acordamos con todos que no hubieran banderas y solo los anarquistas rompieron el acuerdo pero los sacamos de la plaza inmediatamente»,
La ultima actualización de esta noticia fue 14 Sep 2020 11:12
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Eran otros tiempos, entonces a los jóvenes nos estimulaban más las reivindicaciones, correr delante de los grises, la libertad, nuestra tierra, nuestros derechos...
Ahora somos un rebaño a las órdenes de cuatro burócratas de Madrid.
Carbonell, Labordeta, La Bullonera, Tomás Bosque, eran una referencia para los jóvenes, a los que abrieron mucho los ojos y la mente.
Aragón es algo gracias a ellos, que nos levantaron la autoestima como pueblo y como sociedad desde hace siglos expoliada.
Gracias
A las órdenes de cuatro burócratas de Madrid y cuarenta de Zaragoza.
Si algo han conseguido las autonomías es aumentar la burocracia hasta límites insospechados. Pero sarna con gusto no pica. Y el expolio es mayor que nunca: impuestos altísimos (Patrimonio, IRPF superior al 50%, sucesiones, etc.) para financiar las duplicidades administrativas e ineficiencias del Estado de las Autonomías. Pero me alegro de que la autoestima de Manolo siga bien alta.
Usted parece que echa mucho de menos la dictadura Franquista.
Muchos mantenidos del régimen franquista, que por supuesto no pagaban impuestos, les gustaría seguir así, sin pagar impuestos.
No la echo de menos porque no había nacido.
Pues nada. Según tu, es mejor continuar con el centralismo que se lo llevo todo para Madrid, Barcelona, y el País Vasco.
Somos muchos los que creemos en el futuro, tú por lo visto no.
Yo creo en un futuro con menos administraciones e ineficiencias, con menos intromisión del Estado en la vida de las personas. En un futuro más libre y menos subsidiado y tutelado.
Tienes mucha razón.
Es una lástima que los jóvenes de hoy en dia no tengan más amor propio. Pero tal y como van las cosas tiempo al tiempo.
La mafia se ha apoderado de nuestro país.
Aristóteles (385-323 a.C.): "Los jóvenes de hoy no tienen control y están siempre de mal humor. Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral.”
Y no se consiguió nada estamos en Aragon peor que nunca. Han pasado 40 años y ahora estamos peor que nunca.
Otro que añora el régimen torturador franquista, en otros países enaltecer los regímenes fascistas tiene prisión, aqui lo dejamos pasar, para que llenar las cárceles de incultura, mejor que vayan a las aulas aprender historia.
Tú seguro que añoras los regímenes comunistas que eliminaban al disidente y arruinaban a sus ciudadanos.
Tenemos que volver .
Pues banderas, haberlas las hubo como aparece en la foto.
Entonces solo había una bandera, que era la de Aragón.
Ahora a las nuevas generaciones eso les importa un bledo.
Mal vamos
Joaquín Carbonell, al menos despertó la conciencia de muchos jóvenes que después en nuestro día a día y en nuestro trabajo, hemos luchado por esta tierra. No veo a los jóvenes de ahora mucho por la labor.
LOs anarquistas intentaron deslucir el acto, pero hay estábamos gente de izquierdas y de derechas abriendo la puerta de nuestro país, veo lo que está pasando ahora con gente que no tiene ni puta idea de lo duro que fue hacer un país para todos y me dan lastima lo que están haciendo, pero de todo se aprende, espero que estos niñatos que no saben ni conocen el hambre de la posguerra, algún día tengan conciencia de lo importante que es votar, espero que no tengamos que volver a las proclamas y bajemos los brazos y nos demos abrazos, que los que nos teníamos que perdonar hace días que encontramos el perdón y el acuerdo, lo fácil es levantar odios, lo difícil es perdonar, pero no entiendo ni comprendo como la juventud rememora tiempos pasados, malos tiempos pasados, que gracias a todos los españoles dimos un paso adelante, mucha culpa la tiene la educación y las escuelas, pero no debemos de odiarnos, debemos de volver a la senda de nuestro gran país y levantarnos todos juntos, tenemos que hacer futuro, un buen futuro para todos, el pasado pasó y el tren siempre va para adelante yo estuve en Alcañiz en aquellos tiempos...
Se dio un paso cuando te lo permitieron, el dictador murió en su cama viejo.
Pues yo me conformaba con verlo cantar alguna noche de verano en el Bar el Gato Negro de Alloza . Eso si con una niebla de cigarros que acojonaba . Eso si allí NO expulsabamos a nadie . Tolerancia Plena *
Pues para llevarnos a donde estamos se podían haber quedado en casa
Sin estar muy de acuerdo con su ideario político, he de decir que siempre me pareció una gran persona. D.E.P. Joaquín Carbonell.