El desmantelamiento de la Térmica arrancará por el parque de carbones con 70 empleos

Los trabajos de desmantelamiento de la Central Térmica de Andorra arrancarán «de inmediato» y a finales de marzo se habrán generado unos 70 empleos. Además, se espera llegar a junio -cuando se cumpla un año del cierre de la planta andorrana- con una plantilla de unas 100 personas. El pico de empleo, unos 140 puestos de trabajo, llegará en el segundo semestre del año.

Son los plazos que asegura Endesa después de que el Inaga aprobara el impacto ambiental la semana pasada. Los datos los dio a conocer este jueves el director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, en una reunión con el Ayuntamiento y la UTE Moncobra-Rebilita, que se encarga de llevar a cabo el grueso de los trabajos.

Además, Montaner detalló que desde el último trimestre de 2020 hay en la Central una media de más de 30 empleados que han contratado tanto la UTE como la empresa que se encarga de la dirección de obra. Subrayó que el 70% del empleo es local, –los pliegos establecían el 80% total-, y explicó que se han dedicado a «pequeñas labores previas». «No hemos podido empezar hasta ahora, cuando hemos recibido la licencia. Se empezará de forma inmediata», recalcó Montaner, quien añadió la buena relación, coordinación y comunicación con el Ayuntamiento de Andorra con reuniones periódicas cada dos o tres semanas.

Los trabajos comenzarán en una primera fase por la demolición del parque de carbones, ya que en esa superficie irá ubicado uno de los proyectos de renovables que está previsto comenzar a construirse a finales de este año y a principios del que viene. Se trata del proyecto  «Sedeis» de 50 megawatios, un parque fotovoltaico que el Servicio Provincial de Industria de Teruel ya ha sacado a información pública y que espera ahora la autorización del Inaga. «Creemos, con toda la prudencia y respeto, que medioambientalmente no puede tener mucho problema ya que está ubicado en los propios terrenos de la Central y muy cerca de lo que va a ser la subestación mudéjar, por lo que las líneas de evacuación van a ser de muy poca longitud», apuntó Montaner.

También en esta primera fase de desmantelamiento se procederá al desamiantado de las torres de refrigeración.

El objetivo sigue siendo terminar tanto el desmontaje como todo el proyecto de renovables en cuatro años, combinando las demoliciones con la instalación de los parques eólicos y solares que prevé la eléctrica en su Plan Futur-e. En total, una inversión de cerca de 1.500 millones de euros. «Hoy es un día especial porque podemos decir que este proyecto renovable, el más ambicioso de Europa, comienza a ser una realidad», destacó el director de Endesa.

Por su parte, el alcalde de Andorra, Antonio Amador, subrayó que estos puestos de trabajo son el «oxígeno» que tanto necesitaba la localidad para seguir trabajando en otros muchos proyectos que hay encima de la mesa pero que no son tan inmediatos.

Uno de ellos sería la planta de hidrógeno verde que ha presentado Endesa para Andorra ante el Ministerio de Transición Ecológica. Supondría una inversión de 294 millones, emplearía la energía renovable del Futur-e y generaría 144 empleos en su fase de construcción y 65 en las de operación y mantenimiento.

100 personas ya formadas

Aunque el estado de alarma y la evolución del covid en la Villa Minera retrasaron el año pasado el inicio de los cursos de formación para las tareas de desmantelamiento, ya hay 100 personas formadas en el desmontaje y se está terminando un tercer grupo que aportará al mercado de trabajo a otras 50 personas formadas en estas labores. Faltará un último curso que tendría que estar finalizado antes del verano.

Además, mientras se esperan los permisos para comenzar a instalar los parques de renovables, está previsto que comiencen también los cursos de montajes de placas solares. «Las primeras ediciones tendrían que empezar antes de verano», detalló el director General de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner.