Hostelería y servicios con la esperanza puesta en el turismo local para salvar el año

Aragón pide al Gobierno central un plan nacional de rescate. La Federación Aragonesa de Turismo Rural trabaja en un protocolo de cara a la reactivación del sector

Los empresarios turísticos del territorio están ya con la mirada puesta en los meses de verano para empezar a recuperar su actividad, aunque todos tienen claro que deben «reinventar» sus negocios. Y es que desde la Federación Aragonesa de Turismo Rural «FARATUR» se trabaja a pasos apresurados en un protocolo que determinará la «nueva realidad» de la experiencia turística tanto para clientes como para propietarios.

Este tipo de turismo se sustenta principalmente en «naturaleza, amplios espacios y cercanía», unos referentes con los que el sector espera recuperar a sus clientes. «Los hábitos de las personas están cambiando, el medio rural es idóneo, un ambiente poco peligroso», ha destacado Jesús Marco, presidente de la Federación.

A pesar de que la situación es «muy complicada» el sector espera que de cara a las siguientes fases de desescalada, con especial atención a la apertura de la circulación entre provincias y comunidades, sean muchos los que apuesten por la oferta turística rural para salvar sus vacaciones. «Pensamos que sí va a haber gente que nos escoja como destino dada la nueva realidad y tal como está el exterior, aunque habrá que trabajar concienzudamente y sobre todos con responsabilidad», ha recalcado. De cara a junio hay «mucha incertidumbre», pero en julio se esperan ya las primeras reservas «con funcionamiento de restaurantes, bares y la economía del entorno». Yendo más lejos, -aunque todo quedará sujeto a los acontecimientos- «agosto y septiembre siempre han sido meses buenos», tal como ha indicado el presidente de FARATUR, por lo que se espera que al menos los alojamientos puedan recuperar reservas perdidas.

No obstante, desde la Federación se muestran «muy cautos». Gran parte de las reservas para el verano que ya estaban fijadas antes del coronavirus se han cancelado, y otras se han pospuesto. En estos momentos, de cara a la desescalada indican que las reservan entran «a cuentagotas» y de momento no se podría hablar de un volumen significativo. «Hay gente que está llamando, pero por supuesto no estamos en la línea de otros veranos», ha recalcado Marco. Por eso desde el sector se está trabajando en romper la barrera del «miedo», y evitar cualquier tipo de riesgo relacionado con el coronavirus.

Desde la Federación aseguran que «entienden» el temor del entorno rural ante la entrada de turistas en el territorio, por eso la prioridad es «dar seguridad».»La fragilidad que tenemos en el entorno rural es muy grande, es por eso que debemos tener muchísimo cuidado de cómo se vamos a funcionar».

El protocolo en el que la Federación está trabajado se espera que esté terminado próximamente. Contará con la colaboración del Gobierno de Aragón y las asociaciones locales y provinciales, además de otras entidades como el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). El objetivo es sacar adelante una nueva línea de trabajo a través de la cual los establecimientos turísticos «den confianza y seguridad» a sus clientes. «También a los propietarios y a los trabajadores y por supuesto a la gente del medio rural», ha destacado Jesús Marco.

Aunque no está terminado, el protocolo-sujeto también a las directrices del Gobierno de Aragón-, marcará importantes cambios adaptados a los criterios sanitarios. En cuanto a los alojamientos se plantea dejar «un espacio de al menos dos días» entre una ocupación y otra para prevenir cualquier riesgo de transmisión. «El sector turístico rural generalmente ocupa fines de semana, habiendo menos demanda entre semana, por lo que jugar con espacios de tiempo puede ser viable», ha explicado Marco. Esta estrategia, además de la desinfección total de las instalaciones entre una estancia y otra, serán fundamentales de cara al nuevo funcionamiento.

De igual manera se plantea «retirar» de los establecimientos turísticos «todo aquello que no sea necesario», por ejemplo «cuadros, manteles, adornos». «Las casas suelen estar llenas de detalles, por eso aconsejamos que se quiten, cuantas menos elementos haya mejor», ha indicado el presidente. El control de la temperatura será otra de las medidas que el sector contempla implementar. «Si se consigue hacer test masivos, a lo mejor se pedirá que la gente venga con el resultado que verifique que no hay peligro», ha añadido Marco.

Tampoco hay que olvidar que se han perdido fechas muy importantes para el turismo rural, como la Semana Santa, el puente de mayo, San Jorge y los fines de semana de la primavera, que en circunstancias normales suponen periodos clave para el sector. No obstante confían en que la recuperación pueda empezar con los meses de verano y continuar con los últimos meses del año. «Generalmente los formatos de estancia son unos tres o cuatro días, o un fin de semana largo», cortos intervalos que piensan que puede ser la opción adecuada para la gente.

Según datos de la Federación Aragonesa de Turismo Rural entre el 200% y el 300% de los gastos en turismo local se quedan en el territorio, por lo que esta tipología de turismo es clave para reactivar también el comercio local. «Toda la gente que apuesta por el turismo rural, comen y cenan en restaurantes, hacen compras en las tiendas de la zona y en tiendas de recuerdos, repostan en gasolineras etc.». Desde la Federación destacan la importancia de respetar las normativas en todos estos espacios. «Tenemos un optimismo responsable, respetando los protocolos, las distancias, que no haya masificaciones en terrazas, bares y paseos».

Aragón pide un plan nacional de rescate

Durante su intervención en la décima videoconferencia de presidentes autonómicos con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lamban, sigue pidiendo un plan nacional de rescate para el turismo. Ha trasladado que, aunque Aragón tiene una oportunidad con el turismo de interior, se hacen precisas más medidas, más allá de la «acertada» medida de extender los ERTEs y apoyo a los autónomos, como una campaña nacional de turismo, de estímulo del consumo de la oferta turística del país.

También ha insistido en la vuelta a la normalidad en el medio rural, considerando «bastante sensato» que la vuelta a la apertura de terrazas, bibliotecas, comercios, o espectáculos culturales, se haga antes en la España rural que en las grandes ciudades. Ha pedido además, anticipar medidas de apertura de la siguiente fase, flexibilizar las medidas en una misma fase y autorizar a las comunidades cuyos indicadores sanitarios respondan a las exigencias establecidas para decidir flexibilizar la reapertura económica de acuerdo con su propia estructura territorial. Igualmente, ha solicitado que la movilidad restringida al ámbito provincial se extienda al ámbito nacional.

Las asociaciones empresariales del sector turístico: entre el optimismo y la incertidumbre

Los sectores turísticos de las diferentes comarcas recalcan su incertidumbre ante estos próximos meses marcados por el proceso de la desescalada, aunque ven en el medio rural una oportunidad de resurgir.

Desde la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos, que cuenta con cerca de 70 establecimientos turísticos inscritos, prevén que la situación será «complicada» en cuanto a la restauración y el ocio se refiere. «Es verdad que la gente al no poder salir fuera a otros países puede facilitar el optar por el turismo rural», ha destacado Roberto Miguel, presidente de la asociación. Confían en que el turismo rural se entienda como un «turismo seguro» puesto que la despoblación será un «factor fundamental». «Durante los meses que se pueda circular libremente la idea es aprovecharnos y presentarnos como opción para muchos otros que planteaban sus vacaciones de otro modo». Prevén que los hospedajes puedan alcanzar «el 100%» aunque hay dudas sobre la hostelería. «No sabemos si va a ser capaz con todas las restricciones de sacar la rentabilidad necesaria como para mantenerse abiertos», ha destacado Miguel. En la comarca la hostelería tardó en abrir sus puertas por la poca rentabilidad que las restricciones suponen. A partir de este lunes se prevé que muchos lo hagan tras adoptar medidas para garantizar «la seguridad» de los clientes. «Muchos van a experimentar para ver la reacción y el ánimo de la gente», ha recalcado Miguel.

Las mismas impresiones comparten los empresarios turísticos del Bajo Aragón. Desde la Asociación que integra a unas 70 empresas– entre alojamientos, hoteles, campin, bares, restaurantes, cafeterías y empresas de servicio- indican que ya están entrando «las primeras reservas» aunque todavía es pronto para tener una cifra. «Son con cuentagotas, no tienen nada que ver con otros años», ha recalcado Nieves Ballestero, la gerente de Turismo Bajo Aragón. Sin embargo, los establecimientos que están adoptando las medidas higiénicas las acoge «con mucha alegría». El senderismo o la práctica de BTT son algunas de las actividades que ofrece la comarca que podrían resultar atractivas. «Estamos mirando mucho por la gente que vive en el territorio. Queremos seguridad máxima para nuestros vecinos y que los turistas sean respetuosos con el entorno», ha explicado Ballestero. Los clientes potenciales del Bajo Aragón no se encuentran en la provincia por lo que de manera inminente en la próximas semanas no se espera mucha actividad. De hecho, desde la asociación indican que quizás en el primer trimestre de 2021 el sector vaya a recuperar fuerza.

La Asociación Empresarial del Maestrazgo, con más de 40 establecimientos inscritos, destaca el «miedo» del sector ante la gestión de los negocios en la «nueva normalidad». La mayoría de clientes potenciales proceden de las comunidades limítrofes. «Valorar de aquí a un mes o de cara al verano es muy complicado. Si dejan movilidad creemos que en las zonas rurales va a haber gente pero dependerá mucho de las circunstancias del momento y las condiciones de los negocios«, ha indicado. Desde la asociación barajan la posibilidad de emitir un «certificado de calidad» para los diferentes establecimientos con el fin de verificar «la seguridad» que deben ofrecer. «Lo que tenemos claro es que queremos gente pero con seguridad, que demos el servicio bajo esta perspectiva y que la gente se sienta a gusto», ha matizado Beltrán. Tras las masivas anulaciones, de momento «no entran reservas».

En el sector turístico en la comarca de Cuencas Mineras las expectativas están puestas en el «turismo de cercanía», tal como ha explicado la presidenta de la Asociación Comarcal de Empresarios Turísticos, Dina Sancho. «Ganarnos a las provincias limítrofes para que vengan a visitarnos porque a lo mejor de más de tres horas de diferencia va a ser complicado que haya turismo», ha destacado. La Asociación que integra a unos 25 establecimientos-entre hoteles y casas rurales- augura un proceso «muy lento» en cuanto a la llegada de reservas. «Las decisiones se gestionan muy a corto plazo puesto que no se puede hacer planes en estas condiciones», ha resaltado. Aunque los eventos que «llamen a muchos turistas» no se puedan realizar, el sector optará por llamar la atención a los «turistas de la naturaleza». «Principalmente gente de Valencia, Madrid, Cataluña eran nuestros perfiles habituales, es muy pronto para hablar de números», ha concluido la presidenta.

Los empresarios turísticos del Matarraña se muestran prudentes ante la desescalada progresiva que se está viviendo. El potente sector hostelero matarrañense continúa a la espera de instrucciones más concretas a la hora de conocer los detalles de los protocolos que habrá que seguir para evitar el riesgo de contagio. Lo cierto es que buena parte del sector está especializado en un cliente que busca establecimientos y hoteles poco concurridos. Buena parte de los municipios cuentan con masías, casas rurales y restaurantes con un reducido y limitado nivel de aforo, lo que los hará atractivos a la hora de volver a abrir sus puertas. «Lo más importante es que el cliente sepa que el establecimiento que abre sus puertas, lo hace porque es capaz de ofrecer todas las garantías para prevenir y cumplir todos los protocolos», explicó Marta Ferrás, presidenta de los empresarios del Matarraña. Sin embargo, lo cierto es también que hasta que no sea posible el movimiento entre provincias, la gran mayoría de los establecimientos no abrirán sus puertas. Catalanes, valencianos, zaragozanos y visitantes de otras comunidades autónomas copan la mayoría de las visitas que recibe el Matarraña. Tan solo un pequeño porcentaje de los turistas son del resto de la provincia, entre otros motivos por la poca población que tiene la provincia de Teruel. Por todo ello, hasta que no se pase a una fase final de desescalada no se verán, previsiblemente, turistas por el Matarraña.

La ultima actualización de esta noticia fue 18 May 2020 12:56

Ver comentarios (3)

  • Javier, seguramente tu les votaste,
    Jajajaja.
    Pues mira, yo soy autonomo y he tenido que estar parado y encerrado en mi casa durante 2 meses, para preservar mi salud, la tuya y la de los demás, y gracias a este gobierno me permitieron no pagar los impuesto mientras he estado parado y he recibido una paga adicional.
    Ahora estoy trabajando de nuevo, pero si tenemos que parar de nuevo por motivos sanitarios, pues lo hare.
    Gracias.

  • Podrían tener en cuenta los Centros y Casa Aragoneses. Solicitar su ayuda, utilizar sus sedes como oficinas de Turismo y facilitarles encuentros con agentes turísticos en la localidad o provincia donde están ubicados. Utilicen estás entidades, estoy seguro que encontrarán una favorable acogida