José Manuel Siurana: «En 2 días he pasado de ser pediatra a estar con pacientes de COVID-19 y es muy duro»

DIARIO DE UN CONFINAMIENTO. El médico de origen valderrobrense nos aporta un valioso testimonio de cómo se lucha contra la enfermedad, paciente a paciente en un hospital al borde de su máxima capacidad

El médico de origen valderrobrense, José Manuel Siurana, nos aporta su testimonio de primera mano tras ser requerido para dejar su puesto de pediatra y pasar a ser, durante esta alerta sanitaria por el COVID-19, médico internista en el Hospital HM Delfos de Barcelona. Todo ello después de que el profesional sanitario haya comenzado a escribir un diario -se puede leer haciendo clic sobre este enlace- en el que relata su vivencia como pediatra en plena crisis del coronavirus en la ciudad condal. La entrevista puede ser escuchada en el último podcast de Radio La COMARCA y de Matarraña Radio.

La ultima actualización de esta noticia fue 1 Abr 2020 12:10

Estás en primera línea en esta crisis ¿Cómo te encuentras?

En una auténtica batalla diaria. Desde hace 10 días empezamos a estar saturados en los hospitales y la situación está empezando a ser caótica. Es duro pero tenemos que seguir peleando.

¿Es muy dramático ver a los enfermos totalmente aislados y en soledad?

Llama muchísimo la atención. En mi caso venimos de un hospital de pediatría, de niños. Y esto es lo primero que sobrecoge. Además el poco contacto que tienen estas personas, en su gran mayoría mayores, se hace con unas medidas de seguridad extraordinarias. Vamos totalmente tapados, apenas se nos reconoce e incluso el contacto visual es muy complicado y todo ello nos da mucha pena.

¿Cómo ha sido ese reciclaje 'ultrarápido' de ejercer de pediatra a internista en plena crisis del COVID-19?

Fue así, muy rápido. Recibí la llamada del coordinador de mi hospital en el que me comentaban que estaban buscando a gente en el Hospital hm Delfos -yo estaba en el hm Nens- para que les ayuden en toda esta situación y que habían pensando en mí. No tardé nada en decirle que sí pero le pregunte que cuánto tiempo tenía para incorporarme. Y me dijeron que 2 o 3 días. Así que durante todos esos días estuve estudiando y refrescando todos los protocolos del coronavirus, que además nos los cambian casi a diario. Tuve que refrescar muchas cosas que cambian de estar con niños a estar con mayores. Estuve 12 horas de aprendizaje práctico con otros internistas y ya… solo.

¿Tienes miedo de contraer la enfermedad o ser vector de transmisión?

Normalmente nuestros turnos son de unas 12 horas con un día de descanso para que podamos descansar. Y sí, este es uno de nuestros mayores miedos porque ya conocemos a muchos sanitarios que se han contagiado. La mayoría están bien, pero también sabemos de otros casos que no han ido también. Trabajamos con ese miedo y con el temor de no llevar nada a casa. Los rituales de protegerse son muy estrictos. El ritual para quitarse toda la ropa y descontaminarse es también muy complejo. Además no podemos estar más de un determinado tiempo con un paciente, lo cual, aún acentúa más su soledad. Estamos todo el día usando geles alcoholicos y al final ¡Hasta la comida te huele a ese gel! Pero hay que hacerlo, es la única manera de evitar los contagios.

¿Cómo vais de test y de material?

Test no nos han llegado. Este es un hospital privado que desde que empezó todo esto se ha añadido a la red pública. Ahora pertenecemos a la Vall d’Hebrón y aquí nos derivan todos los pacientes que ellos no pueden asumir. Actualmente tenemos unas 160 camas y estamos al 90% de ocupación. Los test los allí y los pacientes vienen ya con ese diagnóstico desde Vall d’Hebrón. En cuanto a material vamos muy muy justos. Sabemos que el virus solo te contagia si entras en contacto con secreciones del paciente a menos de 2 metros de distancia. Pero el paciente también se mueve y entendemos que en cualquier punto de la habitación puede haber virus. Los pedidos tardan mucho en llegar. Ayer tuve una alegría porque un equipo de origen chino nos donó unos EPIs y ya están disponibles para la UCI.

¿Cómo valorais todas las medidas que se han tomado?

Totalmente necesarias. Estamos, a mi modo de ver, en un punto de la pandemia en el que el número de contagios disminuye pero nosotros en los hospitales vamos con una semana de retraso. Cuando uno se contagia empieza a tener los síntomas a los 3 o 4 días y empieza a empeorar al séptimo o décimo día. Aquí en Cataluña parece que los contagios empezaron a bajar el viernes pero nos espera una semana muy muy dura. Las UCI que son lo más preocupante de todo están llenas y esto es lo más preocupante. Hoy también nos han llegado 4 respiradores más y esto para nosotros es importantísimo. Es como una transfusión de sangre porque nos permite seguir dando tratamiento.

¿Cómo está siendo psicológicamente ver a pacientes totalmente aislados, angustiados, ansiosos?

Es muy duro. Vinimos 8 pediatras y en el mundo de la pediatría tenemos la suerte de que no es muy habitual ver fallecimientos. Cuando llegas aquí y ves que cada día se producen pues es muy duro. Nos apoyamos y hablamos mucho entre nosotros en estos duros días.

En la carta que nos ha remitido afirma que estos días hacen "medicina pura"

Estos días tenemos que guiarnos de nuestra intuición, ojo clínico y de los conocimientos que aprendimos en la facultad. Yo me sorprendo pero nos prepararon muy bien en la facultad. Estamos siendo capaces de practicar esa «medicina pura» sin apenas herramientas y pruebas complementarias, tal y como se hacía en tiempos pasados. Y nos estamos sorprendiendo de que tenemos conocimientos.

¿De dónde te viene la vocación?

Vivimos en mi familia un hecho muy trágico. Cuando yo tenía 12 años falleció un hermano. Eso me marcó enormemente, guió mi vida para intentar ayudar a los demás y tuve siempre muy claro que haría todo lo posible para ayudar a las familias a través de la medicina y la pediatría, que es mi especialidad.

¿Crees que hay motivos para la esperanza en esta pandemia?

Creo que, como te decía, tendremos la peor semana de todas, pero también creo que después bajará la presión y podremos ir liberando camas. Tenemos pocos fármacos para luchar contra la enfermedad y los pocos antivirales o antipalúdicos que tenemos se agotan muy rápidamente. En cuanto a la normalidad tenemos un dato en Alemania. Allí tienen unas tasas mucho más bajas de fallecimiento y no somos una sociedad tan diferente. Muy probablemente sea porque tenemos aquí muchos más casos no diagnosticados.

¿Crees que iremos volviendo a la normalidad cuando finalice el estado de alarma?

Es difícil aventurarse, pero creo que grandes fiestas o actos multitudinarios tardaremos bastante en verlos. Los más próximo tras la Semana Santa que es la celebración aquí en Cataluña de Sant Jordi y allí en Aragón San Jorge, doy por hecho que no se va a celebrar. O por lo menos no de la forma en la que estábamos acostumbrados.

Ver comentarios (2)

  • Desde el confinamiento os agradecemos de corazón el esfuerzo profesional, personal y humano. No imagino la dureza de acompañar a los pacientes que no pueden ver a sus familiares y que además tienen miedo a esta enfermedad. Por todo ello... Gracias, gracias y mil veces gracias!! Es hora de apoyaros incondicionalmente, en estos tiempos la Salud es un tesoro y quienes la salvaguardan nuestros héroes.

  • Animo, Jose Manuel, eres joven y puedes con todo, eres una persona maravillosa y con mucho empuje. Suerte con tu nuevo trabajo, por ayudar a los que te necesitan.