Julián Casanova: «Estar en la zona de confort está muy bien, pero para llegar a algún sitio en este mundo hay que moverse»

ENTREVISTA. El historiador valdealgorfano recibió esta semana el Premio de las Letras Aragonesas 2020. Charlamos con él sobre la importancia de la divulgación de hechos pasados

El Catedrático de Historia Contemporánea, Julián Casanova, natural de Valdealgorfa, recibió esta semana el Premio de las Letras Aragonesas 2020. Un reconocimiento a su trayectoria, en la que la divulgación de la Historia ha sido clave. Autor de numerosas publicaciones, está inmerso en la traducción de su último libro, ‘Una violencia indómita’, pero trabaja ya en nuevos escritos desde diferentes perspectivas.

La ultima actualización de esta noticia fue 15 Sep 2021 18:57

¿Cómo recibió este premio?

Fue una ceremonia muy emotiva en la que primero el consejero de Educación, Felipe Faci, recordó por qué me daban el premio. Después, hice un discurso en el que hice una defensa de cómo yo he concebido la Historia, pero también tuve un recuerdo a mis genes rurales de Valdealgorfa, y a la generación de mis padres, que se esforzaron por que saliéramos a estudiar. Tuve un recuerdo a lo que ha sido mi trayectoria de compromiso para quitar de en medio todo ese pasado oculto que muchísima gente no quiere recordar. Fue un acto muy bonito con los más allegados, autoridades, familia… Estoy muy contento, sí.

¿Por qué esa mención a la generación de sus padres?

Ahora se habla mucho de la España vacía, de la España vaciada… Yo nací en los años 50 en Valdealgorfa. En los 60 la primera generación que accedió a la Universidad nos fuimos de los pueblos de Aragón, no solo la gente se fue a trabajar a las grandes ciudades, a crear allí sus familias. Sino que también nos fuimos mucha gente que por primera vez accedimos a carreras universitarias, y que después ocupamos los puestos de trabajo importantes en el mundo de los funcionarios, la educación, la sanidad… Aquella generación son hijos de padres que no habían podido estudiar porque les había quebrado la Guerra Civil y la posguerra, y que tenían una ética de trabajo que les llevó a defender que todo lo que tenían que hacer era por sus hijos, para que pudiesen estudiar. A mi me parece que ese es el gran salto de la sociedad española. Sin ese salto, sin esa cantidad de gente que saliendo de los pueblos se fue a las ciudades y creó una modernización importantísima, una cualificación profesional -y no solo estoy hablando de profesionales como yo, sino de gente que fue a las grandes fábricas-, sin todo aquello la España de los 60 no hubiera evolucionando como evolucionó. Pero sobre todo estaba haciendo un elogio de la ética del trabajo, de esa gente que cree que el esfuerzo vale la pena, que el esfuerzo está por muchas veces por encima de la inteligencia natural. La gente piensa que la inteligencia se consigue sin más. No, se consigue con muchísimo esfuerzo. Mis padres eran de Valdealgorfa pero podrían haber sido de otros pueblos. Teruel está lleno de ejemplos de ese tipo. Muchas veces esa ética de trabajo no tenía que ver con razones políticas. Ellos podían ser franquistas, podrían ser gente resistente al Franquismo, gente que sobrevivía, pero que compartía esa ética. En mi caso mis padres lo hicieron con cuatro hermanos: los cuatro nos fuimos a estudiar, hicimos carreras universitarias. Pero en mi pueblo, en Valdealgorfa y en todo el Bajo Aragón, hay muchos más ejemplos.

Habla de esfuerzo, que es el que le ha hecho valedor de este premio por conocer la Historia, pero sobre todo por divulgarla…

Sí, yo tuve muchísimo interés desde el principio en difundir la Historia. No quedarme solo en la torre de marfil, en la Universidad, para enseñar la historia solo a aquellos que podían hacer la carrera. Sin esa difusión de la Historia el historiador en el siglo XXI es un personaje ajeno a la sociedad. Le pueden leer los más allegados, pero necesitamos ese esfuerzo, esa calidad literaria, y eso lo he aprendido a través de viajes. He sido un viajero desde siempre, me he movido por diferentes mundos, he dado conferencias en decenas –decenas, así, como lo digo- de países del mundo y siempre he aprendido. He aprendido a respetar, he aprendido de la diversidad cultural, he aprendido que nuestras creencias no son siempre las mejores… Y todo eso me llevó evidentemente también a conectar con gente que tenían en el conocimiento de la Historia, pero sobre en la buena difusión, su modo de actuar. Estar en tu zona de confort, en Zaragoza, en tu ciudad, está muy bien, están muy bien los afectos, pero para llegar a algún sitio en el mundo hay que moverse. Es algo que también estimulo siempre en los estudiantes: salir, aprender idiomas, moverse… Yo creo que cuando uno no nace, vive y muere en el mismo sitio los filtros van mejor. Creo que uno de los grandes problemas de España es que como la gente se mueve menos hay muchos más amigos, se consiguen muchas más cosas endogámicamente… Esto lo tenemos que superar también.

Precisamente está ahora en Viena...

Empiezo esta semana a dar un Máster de Postgrado en inglés y voy a estar hasta Navidad dando clases, investigando. El año pasado también fui pero confinaron y tuve que volver, yo creo que este año lo voy a conseguir. Esta es mi vida. Mientras tenga energías esta es mi forma de ambicionar, de conocer, de aprender, en un mundo cada vez más complicado, cada vez más complejo, pero que creo que se necesita mejorar. No tendría necesidad probablemente de salir fuera. Yo estoy bien en Zaragoza, hace muchos años que soy Catedrático, tengo mi estatus… pero a mi me ha gustado siempre ese reto que me hace aprender, que me hace estudiar, que me crea inquietud… Así que esa es la razón por la que estoy en Viena.

¿En qué otros proyectos trabaja ahora mismo?

Estoy muy metido en la traducción de mi libro ‘Una violencia indómita’, y también con los nuevos libros que saldrán pronto en inglés. También quiero dar un salto de Europa a Asia, África, América, así que creo que mi próximo libro va a ser muy global, desde muchos puntos de vista. Me gustan mucho las visiones telescópicas, esas que con un telescopio puedes controlar varios siglos y varios continentes a la vez. En eso estoy metido.

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  • Le felicito de corazón por el premio, y confirmo todo lo q cuenta. Mis padres y tíos, también salieron del pueblo, de Aragon hacia la costa, a trabajar y a labrarse un futuro, así lo decían. Nosotros hemos podido estudiar carrera, y formarnos, ahora es el momento de revertir esa formación en nuestros pueblos y superar los problemas que tenemos en la España vaciada.