Nati Cañada, retratista internacional de raíces olietanas

EncontrARTE. FOTOGALERÍA y VÍDEO. El apellido Cañada ha dado la vuelta al mundo sin desprenderse de Oliete. Nati Cañada es referente del retrato centrado ahora en el mural religioso

Una de las debilidades de Nati Cañada es Oliete y dentro de él, la chopera. Su pueblo ha sido siempre y sigue siendo su parada obligatoria cada agosto incluido este año tan lleno de incertidumbres. «¿Cómo he encontrado el pueblo? De personas, estupendo como siempre, y mi chopera sigue siendo una maravilla desde donde los amaneceres son preciosos», dice. «Hace años nos esforzamos mucho un grupo de gente por la conservación de estos 12.000 árboles y la siento como mía. Tener este paisaje me parece un lujo», apunta.

Cifra en unos 800 los vuelos tomados en 35 años que le han llevado por varios países del continente americano principalmente, y también de este lado del Atlántico. En cada viaje -alrededor de 200- se dejaba un día para perderse en la naturaleza, en enclaves como las cataratas de Iguazú, la selva boliviana o el bosque costarricense. Así ha conocido los paisajes espectaculares sudamericanos al tiempo que ha conocido a gente muy interesante con la que conserva el contacto. Ha pintado más de 4.000 retratos, muchos de ellos internacionales. De hecho, es la única artista que ha pintado a Michael Jackson. Charlton Heston o García Márquez, entre otros muchos, han pasado por sus lienzos.

Sus pinceles también han plasmado las facciones de más de 50 personajes patrios del cine, la literatura, la música o la realeza ya que ha pintado a la Reina Sofía, a Felipe VI y hasta en 18 ocasiones a Juan Carlos I. En su método de trabajo intervienen otras disciplinas como la fotografía. Le basta con un encuentro con el protagonista, tomarle todas las fotos que precise y ponerse a crear en su estudio de Madrid. Antes de la entrega hay otro encuentro para remates o retoques.

Antes de tomar el avión de regreso de cada viaje, acostumbró a verter sus vivencias y reflexiones en un cuaderno. Ahora, más de 50 años de carrera han quedado publicados en dos libros que se han editado no con el fin de vender pero sí para su círculo más cercano.

Inmersa en la pintura mural religiosa

No viaja pero sigue en activo. Si bien su carrera ha tenido varias etapas, se caracteriza por el retrato que sigue practicando y recibiendo encargos nacionales e internacionales. Le suma nuevos retos ya que desde hace unos trece años desarrolla esta modalidad en pintura mural religiosa.

Empezó con un encargo del Obispado de Madrid que luce en la Iglesia de las Calatravas y que contiene más de 40 retratos de mártires. Le siguió otro para la Conferencia Episcopal con 8 retratos de 2 metros cada uno que representan a los Santos de Madrid, ha pintado varios trabajos para los mercedarios, así como para el Monasterio del Olivar de Estercuel. «No hay muchos pintores que se dediquen a este estilo ahora mismo y no sé si eso es bueno o malo. Supongo que es bueno para mí», dice bromeando. Estas obras de tiempos pasados requieren de un ingente trabajo de trastienda empezando por la documentación. Hay que dar la máxima fidelidad a detalles de objetos y vestimentas tales como las sotanas de los protagonistas. Las fotografías son cruciales con el hándicap que conlleva su mala conservación y calidad propias de épocas tan antiguas. La otra gran labor está en la composición de una obra de tales dimensiones como la última, que medía 4 metros. «Lo desarrollo en mi estudio en fragmentos. Me permite trabajar de una forma más cómoda y sentada, como siempre lo he hecho», apunta la artista.

Pintura mural que luce en la iglesia de las Calatravas de Madrid. / Nati Cañada

La incursión en la pintura mural le ha llegado ahora en esta etapa de su carrera pero siempre la ha tenido presente en su padre. «Me parecía dificilísimo. Pintó muchos murales que hay en las iglesias de Oliete, Urrea o Burbáguena y ahora que me toca hacerlo a mí me acuerdo muchísimo de él», dice. Alejandro Cañada inculcó el amor por las artes a sus descendientes tanto en pintura como en música. En las tres generaciones que suceden al pintor y en la suya propia hay espacio para ambas y es en Oliete cuando disfrutan juntos especialmente de la música en el coro. La pandemia ha impedido la celebración, pero como ya hiciera su tía, Nati toca el antiguo órgano en la misa del 15 de agosto cantada en latín. Es una tradición que conserva el pueblo casi como algo único así como las Auroras del día 24 de agosto.

Del padre heredaron ese amor por sus raíces de las que siempre hacen gala. «No cambio mi agosto en Oliete por ningún lugar del mundo y he visitado sitios maravillosos». Es la frase de Nati Cañada cuando se le pregunta por esta costumbre estival. Lleva a gala su pueblo, su chopera, su río y sus olivos de los que también es madrina. En agradecimiento a este amor y orgullo por su tierra, fue nombrada en 2016 por esta casa Bajoaragonesa de Honor.

Recibió el premio en el balnerario de Ariño, localidad de quien le propuso para esta sección de EncontrARTE, el fotógrafo Juan Carlos Peguero. Aunque no se conocen en persona, Peguero argumentó su admiración hacia la familia como razón para su propuesta.

Buena parte de la vida, obra y reflexiones de Nati Cañada están recogidas en su página web.

La ultima actualización de esta noticia fue 19 Jul 2021 10:13

Ver comentarios (1)

  • Nati Cañada
    Mis felicitaciones por tus exposiciones de fotografías
    Soy un hijo de 85 años de Alicia Aniento Lou y mis abuelos fueron, en Oliete, Juan y Marca
    Un saludo con un abrazo