Preocupación entre los obradores lácteos de Caspe y Ejulve ante el cierre de la vaquería de Alcorisa

La granja Los Arcos de Caspe y la empresa de quesos de Ejulve podrían quedarse sin suministro e incluso cerrar. Teruel se convertirá en la primera provincia española sin vacas lecheras

«Gran preocupación» ante el posible cierre de la vaquería de Alcorisa entre los obradores lácteos de Caspe y Ejulve que obtienen de ella la leche necesaria para su producción. La clausura de la vaquería podría provocar que ambas se quedaran sin suministro, causando graves pérdidas económicas, y, en el peor de los casos, el cierre consecutivo de ambas. Además, si esto ocurriera, Teruel se convertiría en una de las primeras provincias de toda España sin vacas de leche.

La granja de vacas de Alcorisa lleva aproximadamente cinco años siendo la única en la producción de leche, tras el cierre de las explotaciones de Aguaviva y Villarquemado. Con una producción diaria de 3.000 litros, la explotación proporciona suministro a la granja Los Arcos de Caspe y al obrador de quesos de Ejulve, un abastecimiento que se ve amenazado desde el mes pasado, cuando la familia que lleva encargándose toda la vida de la explotación anunció que iba a dejar el negocio. «El año pasado también llevaban intención de cerrar, algo que al final no llegó a concretarse. Este año, tras la subida de precios, todo es diferente y el cierre es inminente. Todavía no sabemos qué vamos a hacer», afirma Casimiro Tena, gerente de la granja Los Arcos.

Su granja cuenta con cuatro trabajadores, todos de la misma familia, y sus productos lácteos, los cuales dependen de la leche que se produce en Alcorisa, se distribuyen en 100-150 kilómetros alrededor de Caspe, e incluso otros lugares fuera de Aragón como Lleida y Tarragona. Anteriormente ellos ya contaban con ganado lechero, pero debido a situaciones personales tuvieron que dejar a un lado los animales y por ello comenzaron a recurrir a la vaquería de Alcorisa, la única producción de leche más cercana de toda la zona.

En el caso de esta granja, el cierre de la vaquería provocaría una cadena de pérdidas económicas ante las que todavía no logran encontrar una solución. «Hasta ahora para conseguir la leche más cercana ya teníamos que recorrer unos 60 kilómetros. Si ahora esta opción ya no es viable no podemos permitirnos tener que recorrer 200 kilómetros para obtener suministro porque solo con los gastos de transporte tendríamos demasiadas pérdidas», explica Tena.

El gerente ganadero denuncia no tener una alternativa ante esta situación y teme que su negocio o el de Ejulve puedan ser los siguientes en tener que cerrar sus puertas como consecuencia. Según explica, al tratarse de un pequeño fabricante, su granja tampoco puede recurrir a una gran central lechera para pedir suministro como plan b, ya que «al no solicitar grandes litros de leche como una explotación más grande a la central no le sale rentable suministrarla».

El cierre de la vaquería es entendido para ellos como una consecuencia de las problemática que afecta a un sector que debe enfrentarse a unos precios que no dejan de subir. El panorama se endurece especialmente en el sector lechero, donde varios ganaderos no han tenido otra opción que la de sacrificar sus vacas para poder vender la carne y así poder pagar las facturas. «Obtener la leche de un animal es un proceso que puede durar mínimo tres años. Pero si tienes facturas que pagar y con precios cada vez más elevados lo más rápido a lo que se puede recurrir es a vender la carne. Eso sí, luego hay que enfrentarse a un proceso en el que hay que volver a esperar mucho tiempo para obtener la leche, lo que probablemente para muchos ya no sea rentable y por eso se produzcan cierres como este», explica.

El gerente alerta sobre un panorama que cada vez empeora más y recuerda que antiguamente había más de 200 ganaderías en toda la provincia e incluso una asociación de control lechero de Aragón en donde participaban 600 ganaderos, él incluido. «Ahora solo queda media docena de explotaciones en todo Aragón, y este año ha sido el colmo y habrá más cierres».

Ante esta situación, la Plataforma de Ganaderos y Veterinarios de Aragón, de la que Álvaro Luesma, colaborador y veterinario de la vaquería alcorisana, forma parte, ha ideado el proyecto «Apadrina una vaquica», con la que se pretende visibilizar esta problemática y conseguir una nueva vaquería que se haga cargo de los animales para evitar la desaparición de la producción en el territorio. Las intenciones, según Tena, son buenas, pero todo esto ocurre cuando «poco hay por hacer». Según él, quienes debían haber evitado llegar a estos límites son las administraciones correspondientes, ya que ahora «no hay una solución rápida porque es un problema muy extenso y que viene de años». «Son ellos quienes tienen que ayudar a la gente de los pueblos que ha construido unos trabajos y unos empleos que ahora van a desaparecer», concluye.

La ultima actualización de esta noticia fue 3 Abr 2023 18:37

Ver comentarios (15)

  • Seguramente si la la administración hubiera puesto en practica la ley que este gobierno tanto proclamo de no vender a perdidas por parte de las grandes distribuidoras ,poniendo la leche como producto reclamo con las marcas blancas , muchos ganaderos sobrevivirán, porque las centrales lecheras habrian pagado mas precio por su producto

  • Teruel Alpiste,y todos los demás,no son más que garrapatas,cuenta cuentos que viven en lujos obscenos y enchufando colegas en miles de chiringuitos,chupando hasta la última gota de sangre del que trabaja y haciendo inviable cualquier actividad que no sea vivir del sudor ajeno,no votes,no les saludes,a ningún político profesional,solo se merecen nuestro desprecio.

  • Enhorabuena, a los políticos de nuestra tierra. Buen trabajo. La España variada, la vais a celebrar en menos tiempo que el resto de España.

  • Después de años de promesas y expectativas de industrialización en estas tierras lo único que nos ha quedado es lo que ha habido siempre: la agricultura y la ganadería. Las cuales han ido aguantando a tumbos varias crisis consecutivas, una tras otra y cada crisis sucesiva peor que la anterior.

    Ahora por lo visto parece como si hubiera alguien o «álguienes» que se han empeñado en cargarse la agricultura y la ganadería.
    A parte de la mala suerte, el clima, el virus y todas las excusas externas que se quieran buscar, el infierno fiscal por momentos de carácter confiscatorio no ayuda mucho que digamos. Los múltiples subsidios y subvenciones, llegan tarde y muy exiguos. Eso si llegan. CON UNA MANO TE LOS DAN Y CON LA OTRA TE LOS QUITAN.

    Luego nos preguntamos por qué la gente se va.

    En fin, que sigan aguantando los bares, las carreras de motos, los paneles fotovoltaicos y los «molinos de viento».

  • Es una noticia tristisima. Como es posible que se deje sin cubrir algo tan importante para la seguridad alimentaria como es tener un ganado vacuno y ovino accesible? Es alucinante, triste, triste...

  • Y cómo se puede ayudar en el proyecto Apadrina una vaquica? Por más que busco en Internet sólo me salen proyectos de otras provincias…

    • Estamos preparando la web, te dejo nuestra información en Twitter. Ahora mismo necesitamos gente comprometida que pueda ayudarnos a encontrar colaboradores para encontrar una nueva granja para estas vacas, eso es lo principal. Gracias.

      https://twitter.com/Apadrinaunavaca

  • En un país que cuesta más un litro de agua que un litro de leche es algo sin sentido