El melocotón prevé una «buena campaña» en un año que ha doblado la contratación de jóvenes estudiantes

VÍDEO. El campo siempre ha sido para los jóvenes una opción de trabajo en verano en la tierra del melocotón pero este año se nota más por diversos factores a causa del covid

El inicio de septiembre supone para las cooperativas de melocotón un punto de inflexión en la campaña, preparándose ya para abordar las variedades tardías de este fruto que ha hecho famoso al Bajo Aragón. Se pone pues punto final a unos meses de verano que han sido «raros» para los almacenes, que han tenido que adaptarse -como otras muchas empresas- a las limitaciones y problemáticas derivadas del covid-19. La incertidumbre y restricciones en la movilidad llevó al inicio del verano a que muchos temporeros no pudiesen comenzar a trabajar en las fechas habituales y que otros no hayan siquiera llegado a venir, o que ya han regresado a sus países de origen, entre ellos Rumanía. Esta falta de mano de obra y también el creciente interés de los jóvenes en conseguir un trabajo para el verano, ha hecho que se haya incrementado el número de personas del territorio que trabajan para las cooperativas bajoaragonesas.

Ir al campo a embolsar o ir a almacén han sido siempre dos opciones para la época estival en la tierra del melocotón pero, según apuntan desde el sector, las circunstancias han hecho que sea aún más evidente este verano. Samuel Sancho, presidente de la D.O. Melocotón de Calanda, señaló que en las cooperativas turolenses de la demarcación el porcentaje de personal del territorio habría supuesto hasta el 50-60% de la plantilla. Se trata tanto de jóvenes estudiantes como de otros vecinos de la zona que habitualmente eran empleados de la hostelería y que este 2020 no han podido acceder a ello. Calculan que en el pasado año estos perfiles constituían tan solo el 10% de los trabajadores de estas cooperativas.

Desde otras empresas del territorio que no se inscriben dentro de la D.O. también han notado el aumento de personal de la zona. De hecho, señalan como significativo el número de jóvenes que este verano han apostado por el sector. «Este año han tenido un papel importante en el almacén y en el campo. La mayoría son personas que están estudiando y que aprovechan estos meses para ganar algún dinero», apuntó Carmen Rebullida, trabajadora de la Cooperativa San Miguel de Calanda. En este caso han sido entre 20 y 25 jóvenes en almacén este verano –llegados desde localidades como Alcañiz, Alcorisa, Albalate y la propia Calanda-. Esto supone duplicar las cifras respecto al año anterior. «En agosto trabajamos a turnos por el incremento de plantilla respecto a julio y con el doble de gente de aquí. Todos los que venían de Rumanía no ha podido viajar pero los que sí, se quedan para toda la campaña», apuntó la encargada de almacén, Maruja García.

Sergio Conesa y María Alcázar son dos jóvenes estudiantes calandinos que trabajan en el melocotón en verano. Este ha sido el tercero en la Cooperativa San Miguel. / B. Severino

Sergio Conesa y María Alcázar tienen 18 y 21 años respectivamente, son de Calanda y para ambos este ha sido su tercer verano en el almacén de esta cooperativa. Ninguno procede de familia con tradición agrícola pero el trabajo con el melocotón es algo que trasciende. «Aquí de toda la vida ha estado la opción de embolsar o ir al almacén en verano para sacarte un dinero para invierno», dijo Conesa que este último curso lo ha pasado en Caspe. «Mi madre, mis tías… muchos en casa hemos pasado por este trabajo y es que en Calanda es una buena forma de conseguir ahorros y seguir con tus estudios», añadió Alcázar que se despide del almacén para comenzar su último año de Trabajo Social en la Universidad de Zaragoza.

Buenas perspectivas de campaña

Desde la cooperativa definen esta campaña de «estupenda». «De momento, está yendo muy bien porque acompañan los precios y acompaña la fruta». Coinciden en el optimismo en la D.O. Melocotón de Calanda donde prevén una campaña «normal» que podría llegar a los kilos que se certificaron el año pasado o incluso superarlos. Es decir, pasar los tres 3,5 o, en el mejor de los casos, quedarse cerca de los 4 millones.

La ultima actualización de esta noticia fue 14 Sep 2020 11:09

Ver comentarios (3)

  • El melocotón no prevé nada, lo prevén las personas...a ver si aprendemos lengua castellana, que para ser periodistas os esmerais poco...

    • ¡Hola! Se trata de una 'personificación', una metáfora ontológica en la que el objeto físico se especifica como una persona. Le recomendamos "Metáforas de la vida cotidiana" de George Lakoff y Mark Johnson para descubrir cómo las metáforas son una parte fundamental de la lengua castellana. Un saludo.