Denuncian abusos sexuales de un cura de Escolapios a niños de Alcañiz en los 70

El padre Enrique realizaba tocamientos a niños en clase pero también en las actividades de los Scouts

El padre Enrique realizaba tocamientos a niños en clase, el cine, en clases de natación y en los campamentos de los Scouts

El testimonio de un alcañizano de 59 años en el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER dirigido por Pepa Bueno ha sacado a la luz ante toda España los abusos sexuales cometidos por el padre Enrique Latorre Lastiri en el colegio Escolapios de Alcañiz entre finales de la década de los 60 y comienzos de los 80. Unos hechos conocidos en la época pero que no fueron destapados públicamente hasta 1983 por las quejas de las familias de dos niñas de las que abusó en un campamento. Sin embargo, no fueron denunciados ante la justicia.
Desde el centro los taparon cambiando de localidad al religioso y profesor, que se trasladó al convento de Peralta de la Sal (Huesca); por la gran presión social y obligándole a acudir a casa de las familias para pedir perdón. Falleció en 1990.

El testimonio de este alcañizano surgió a raíz de que el programa de radio hablara de los casos de pederastia en el seno de la Iglesia coincidiendo con la cumbre que se inauguró este jueves sobre abusos sexuales en el Vaticano ante 190 líderes religiosos y en el que el Papa exigió «tolerancia cero».

Los abusos sexuales en Alcañiz por parte del padre Enrique se sucedieron desde la segunda mitad de los años 60 hasta 1983, cuando se produjeron las citadas denuncias.

Tras conocer que la Cadena SER daba voz a este testimonio los Escolapios emitieron un comunicado mostrando su más «enérgica repulsa ante estos hechos reprobables» -solo reconociendo los abusos a las dos chicas- y realizando una «inequívoca autocrítica ante los procedimientos que en aquellos años se limitaron a apartar del contacto con menores y a la petición de perdón a las familias».

La congregación provincial de las Escuelas Pías Emaús habilitó hace año y medio un correo electrónico conocerlaverdad@escolapiosemaus.org por si salían a la luz casos de abusos como está sucediendo en el seno de la iglesia; y dentro de un «proceso de reflexión interno» respecto a estos hechos. En este periodo han recibido correos de afectados que querían dar a conocer sus casos a la congregación. «Queremos que nos ayuden a desvelar otras situaciones similares. Iniciamos con ellos el proceso hasta donde quieran. Estamos abiertos a denunciar al Juzgado», precisa el padre Jesús Elizari, superior de la orden en Aragón, País Vasco, Navarra, Rioja, Soria y Andalucía

El padre Enrique no solo impartía clases sino que también fue el fundador de los Scouts. Esto le permitía tener relación con los niños y niñas fuera de las aulas. La federación estatal de los Scouts también emitió ayer un comunicado en el que muestran su rechazo a los abusos y se ponen a disposición de las familias. Precisaron también que el padre Enrique no cuenta con ninguna condecoración de su agrupación.

Sí recibió un año antes de las denuncias públicas el máximo galardón de la Diputación Provincial de Teruel, la Cruz de San Jorge a título personal. Tras conocer los hechos el presidente de la institución, Ramón Millán, anunció ayer que ya se habían comenzado los trámites para retirarle la condecoración. «En las bases se contempla que se puede retirar en caso en caso de que una persona no sea meritoria para portarla y con lo que hemos conocido es así. Condenamos totalmente lo ocurrido, una persona que hizo eso no puede tener nuestra distinción», explicó ayer Millán.

Este medio también se puso en contacto con el Arzobispado de Zaragoza, que alude a que el padre Enrique pertenecía a una orden religiosa, los Escolapios, y no es un sacerdote diocesano por lo que «no pueden responder por él». En cuanto a si han recibido denuncias por abusos en el Arzobispado, «no les constan».

Abusos en un campamento

El padre Enrique cometía abusos en clase con sus alumnos del primer curso de primaria de Escolapios, un centro exclusivamente masculino. Pedía a algún chico que se acercara a su mesa para leer y sin ser visto detrás de su gran mesa les tocaba los genitales y el ano. También realizaba tocamientos cuando les decía que llevaban mal colocada la bata o los pantalones; les pedía que le acompañaran a recoger material a un cuarto situado en el hueco de una escalera; se ofrecía a «enseñarles biología» o en la oscuridad del cine de Escolapios, abierto a todo el público y concurrido por su bajo precio.

Por su faceta de jefe de los Scouts también tenía mucha relación con niños fuera de clases. Aprovechaba las clases de natación que impartía en el río o las excursiones.

La importancia de la figura de los curas en la época unido a una sociedad opresiva y poco concienciada con los abusos y la corta edad de los niños, que no eran conscientes en muchos casos de lo que les hacía el padre era malo; provocó que no se hablara de los abusos.

Fue precisamente en un campamento de los Scouts cuando se produjeron los hechos que denunciaron dos familias ante los Escolapios. Salieron a la luz en plenas fiestas de Alcañiz del 83. Al parecer, una de las niñas no quería acudir a una reunión del grupo. «Su madre le preguntó por qué no quería ir «si el padre Enrique les quería mucho» y ella le comentó que «las quería demasiado». Aquello hizo saltar las alarmas en esa casa», recuerda un alcañizano. La noticia corrió como la pólvora y el padre Enrique fue abucheado cuando salió con la carroza de los Scouts en el desfile. A los días fue trasladado.

La ultima actualización de esta noticia fue 19 Abr 2019 10:36