Jesús Guallar, compromiso con el hierro como fin último

EncontrARTE. FOTOGALERÍA. El turolense mantiene tres espacios abiertos al arte en Zaragoza, Blancas y Fabara, los tres lugares de su vida con los que está muy comprometido

Jesús Guallar Rodrigo nació en la localidad turolense de Blancas en 1956 y el hierro siempre ha formado parte de la vida que ha construido entre su pueblo, Zaragoza como ciudad de residencia y Fabara, municipio del que es oriunda su esposa. Acuden con mucha frecuencia y es que en Fabara les espera el hogar familiar y también la Casa de los Hierros o Casa dels Ferros. Así llamó al inmueble que adquirió hace unos años datado en finales de 1800 y que, aunque deshabitado, estaba prácticamente intacto. «Lo tuve claro al verlo. Hago algo de pintura pero sobre todo escultura pequeña, mediana y grande y tener un espacio es fundamental», dice.

Son cuatro plantas de edificio que restauró también respetando al máximo la originalidad y que habilitó como museo. Hay obra suya y de otros autores y está preparando una muestra específica para diciembre. La iniciativa está a disposición del pueblo y la comarca cumpliendo el sentido de habilitarlo que no es otro que darle uso. «Se han hecho cosas muy interesantes y también en colaboración con el museo de Nonaspe que es una maravilla. Hay mucho talento y posibilidades en la zona, la clave es juntarse y cuanta más colaboración, mejor», reflexiona. Es visitable todo el año y cuando él no está en Fabara, se ocupa de mostrarlo Luis Valén, su antecesor en esta sección.

Algo parecido sucede en Blancas con «El Pajar», un espacio expositivo que creó al aire libre. Está salpicado por esculturas de hierro que él va cambiando de vez en cuando. «Me gusta el efecto que provoca el agua y el óxido sobre las piezas, cómo las va transformando. Rascas y vuelve a aparecer hierro hasta que se consume y cae en polvo a la tierra donde se mezcla y cierra un ciclo», reflexiona. Es en su pueblo donde tiene puestas las esperanzas de sacar adelante un proyecto muy ilusionante en el que quiere implicar a todo el que desee participar. De hecho, la sola envergadura del mismo requiere de más manos. Y es que Jesús tiene redactado desde hace tiempo el proyecto para recrear la sabina de Blancas en tamaño natural. Es uno de los símbolos de la localidad y su recreación a esta escala está concebida como un trabajo colectivo, por lo que invita a instituciones, asociaciones, vecinos, artistas de la zona y gremios a colaborar cada uno en la medida que pueda en darle forma.

El tercer espacio que tiene abierto es su taller de Zaragoza, un lugar en el que disfruta y se deja llevar. Esa ha sido su máxima toda la vida y ahora, que acaba de jubilarse y puede dedicar su tiempo al arte, todavía más.

El hierro como fin y no como medio

No se va del territorio para ubicar a uno de sus referentes, el crivillense Pablo Serrano. «Él entre otros hace ya 100 años empezaron a hacer del hierro el material definitivo y eso fue rompedor», cuenta. En su caso, plasma en el papel la idea y de ahí la ejecuta en hierro que siempre emplea reciclado. Otras veces se dedica a jugar con el material. «Cojo un hierro que ha tenido una vida y a base de ir retorciéndolo aparece otra, le hago un añadido y se convierte en un pájaro… O no aparece nada», sonríe.

Reflexiona sobre la necesidad de la introspección, más si cabe a raíz de la pandemia. «Hay que parar y pensar porque este modelo de consumo no da más de sí», dice. «La capacidad de abstracción es básica para conocernos a nosotros mismos y no ser meros consumistas. Yo al menos necesito estar bien conmigo para ser útil a las personas de mi alrededor», añade.

El cuerpo humano, y especialmente los rostros, le atraen en su obra pero de un modo abstracto. «No busco la perfección y que esto se convierta en una obligación, busco pasármelo bien», añade. Ya probó y aprobó esa perfección en la Escuela de Artes donde realizó dos cursos a sus 60 años. «Fue una maravilla compartir clase con gente de 20 años y que me dirigieran el trabajo», cuenta. Licenciado en Filosofía y Letras, su formación ha sido autodidacta. En los años 80 realizó su primera exposición en Zaragoza y entró en la Asociación Artistas Figurativos Aragoneses (ADAFA) y la de Artistas Plásticos Goya Aragón, dos colectivos muy activos. En la capital aragonesa protagonizó hace unos años reseñas en prensa cuando comenzaron a aparecer esculturas en distintos lugares de la ciudad de la noche a la mañana de forma misteriosa a cargo de un «escultor enmascarado».

El manejo del hierro le viene de su padre pero la faceta artística es innata. «Pascual Blanco fue mi profesor de Dibujo en Bachiller y le presenté un trabajo en hierro y le gustó, incluso se lo quedó. Yo tenía 13 años y creo que fue el detonante», recuerda. Revive esa sensación cuando alguien le dice que ha visto una obra «que por el estilo» debía de ser suya. «Te animan a seguir… Ahora dedicado al máximo desde la jubilación», concluye.

Monumento a la concordia en Blancas. / Archivo personal Jesús Guallar
Monumento a los cantautores en Fabara. / Archivo personal Jesús Guallar
La Dama de Blancas. / Archivo personal Jesús Guallar
Asombro. / Archivo personal Jesús Guallar
Animaloide. / Archivo personal Jesús Guallar
Admiración. / Archivo personal Jesús Guallar
Garza. / Archivo personal Jesús Guallar
El Pajar de Blancas, parte interior. / Archivo personal Jesús Guallar
Pareja de baile. / Archivo personal Jesús Guallar
Una estancia de la Casa de los Hierros o Casa dels Ferros de Fabara. / Archivo personal Jesús Guallar
Forma áurea. / Archivo personal Jesús Guallar
Retrato de Guallar: El autor y su obra / Archivo personal Jesús Guallar

La ultima actualización de esta noticia fue 19 Jul 2021 10:13

Ver comentarios (7)

  • Soy Edermín, tu compañero de juego de pelota a mano. Muy original y muy bonito, amigo Jesus Guallar. Si algún día puedo pasaré a visitar tu obra. Yo en el verano estoy en Cimballa y alguna vez le doy recuerdos para ti a Juan Carlos Esteban, el carnicero. Un abrazo.

    • Que alegria...Hace tantos años de la pelota.. yo me he hecho con un mini frontón y casi todos los días le doy unos pelotazos. yo por Cimballa he pasado cerca, mi hermano suele estar en Nuevalos. Como jubilado hago muchos viajes a Blancas y tengo muy buena relación con Juan Carlos, anímate ha hacer una visita. me acuerdo de los pelotaris Lozanos Caballero, blancas....que tiempos, aun se sigue jugando?. Esto de la escultura en hierro es una afición de siempre me gusta mucho y me lo paso muy bien,, Un fuerte abrazo

      • ¡Que alegría, ¡Jesús¡ Aun se juega en Cimballa y hay dos frontones. uno solo con la pared frontal en el que se juega 3 contra 3 y otro reglamentario. Yo estuve compitiendo hasta los 50 años. vivo en Madrid hace 35 años y aquí jugué en el club de pelota Madrid. en mi pueblo, un hijo de Velilla y otro de Caballero, se pasaron a jugar a pala y llegaron a ser campeones del mundo. Bueno, Jesús, me parece muy bien que tengas aficiones sanas. yo cuando me jubilé, me metí en una rondalla de la casa de Aragón en Tres Cantos (Madrid) y toco guitarra, bandurria y laud y canto jota. esa es una mis principales aficiones. A ver si nos podemos ver en algun momento en el verano. Un abrazo.

          • que bien yo tambien estuve unos años con la pelota , pero la lesión que tuve en el hombro nunca se me curo del todo y baje de nivel , pero la afición no se pierde.
            lo de la música también tiene que enganchar mucho y es un buen entretenimiento, en definitiva el hecho de la jubilación estando bien es un lujo y hay que sacarle partido.