Los hortelanos reclaman una normativa más clara y amplia para poder ir a sus huertos con normalidad y «tranquilidad»

Denuncian, en plena época de siembra, que la norma vigente imposibilita en multitud de supuestos poder atender correctamente las parcelas y temen dar la temporada por perdida

Agricultores y vecinos de los municipios pequeños piden poder ir con normalidad al huerto. Pese a que se espera una lenta pero paulatina y progresiva desescalada en las medidas de confinamiento, tal y como ha expresado este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo cierto es que los propietarios y hortofruticultores de pequeños huertos piden poder ir con normalidad a sus huertos o a las parcelas de otros propietarios que cultivan.

Las medidas que detalló hace ahora una semana la Delegación del Gobierno en Aragón resultan todavía insuficientes para buena parte de la población. «Somos los primeros que queremos cumplir con el distanciamiento social. De hecho lo habitual es no encontrarnos a nadie durante todo el año cuando vamos al huerto», explicó Víctor Vidal, hortelano y agricultor de La Portellada que además es vocal de la junta de la Red de Semilleros de Aragón. Los hortofruticultores sienten además que el tiempo apremia, puesto que tras las abundantes lluvias es ahora el momento idóneo para sembrar y plantar.

Para muchos vecinos los huertos constituyen una despensa. En la fotografía, el huerto de un vecino de Beceite./ De Luna

Todo ello a la espera de cómo se aplica o se interpretan los distintos escenarios que se abren tras la comparecencia del presidente Sánchez que ha ofrecido a todos los españoles tras el Consejo de Ministros celebrado en Madrid. Mientras tanto lo cierto es que la norma es interpretable por los cuerpos y fuerzas de seguridad que son los encargados de tramitar una propuesta de sanción.

La norma establece, entre otros casos, que se podrá ir a los huertos ‘en atención a la situación socioeconómica del interesado, el consumo del producto de los mismos resulte imprescindible para atender a su subsistencia‘. Una interpretación que consideran «lejana a la realidad». «Son normas hechas desde un ámbito urbano. Aquí seremos más pobres pero afortunadamente no nos morimos de hambre. Nuestros huertos son muy importantes porque aquí no tenemos supermercados. El huerto es nuestra despensa, no solo para agricultores profesionales, sino para jubilados y personas que tienen otros trabajos», añadió Vidal.

Las restricciones han hecho que unos huertos hayan podido atenderse y otros no./ De Luna

Otro de los aspectos que la actual norma vigente no tiene en cuenta es el hecho de que muchos hortelanos cultivan huertos que no son de su propiedad y que han sido cedidos por otros propietarios de forma verbal o tácita. Por todo ello y en muchos casos los hortofruticultores tienen la sensación de ser considerados como «delincuentes» y no se sienten seguros a la hora de atender sus huertos, por lo que en la mayoría de los casos directamente han optado por abandonarlos. «Da la sensación de que si fuésemos a los huertos seríamos poco menos que ladrones y delincuentes. Vamos a trabajar, repito, a trabajar y ya habitualmente es que vamos solos y no tenemos contacto con nadie», explicó Juan Antonio Anglés, agricultor jubilado de La Portellada.

En el caso de José Gil, de Arens de Lledó, la norma le permite desarrollar sus labores agrícolas con cierta normalidad. Es agricultor profesional en activo por lo que puede desplazarse por todos sus huertos y fincas. A escasos centenares de metros de la localidad, discurre un caudaloso río Algars que marca el límite con el municipio de Horta de Sant Joan, ya en Cataluña. Pese a que en Arens de Lledó esta situación apenas está tiendo repercusión, reconoce que en otros lugares sí que se han visto más afectados. «Es una norma y hay que cumplirla como así estamos haciendo todos en nuestros pueblos, además creo que de forma ejemplar . Pero sí que creo que si se hacen bien las cosas se podrían atender todos los huertos con normalidad. En Cataluña se puede desde hace semanas y no está habiendo ningún problema», explicó José Gil.

Los hortofruticultores piden poder atender sus huertos en plena época de siembra y de plantero./ De Luna

Tampoco queda claro en qué situación quedan los huertos situados a uno u otro lado del límite provincial. Situación que ocurre en todos los municipios ribereños del río Algars. Mientras en la margen izquierda existen huertos en los municipios aragoneses de Beceite, Cretas, Lledó, Arens de Lledó, Calaceite, Mazaleón, Maella, Fabara y Nonaspe, en la margen derecha, los huertos están ya en la provincia de Tarragona en los municipios de Arnes, Horta de Sant Joan, Caseres y Batea. Muchos vecinos de unas y otras localidades tienen huertos a ambos lados del río.

«Vamos a quedarnos sin unas lechugas y patatas que luego tendremos que ir a comprar a un supermercado. No tiene ninguna lógica y estamos muy enfadados», añadió Anglés. Cabe recordar que un total de 300 entidades y asociaciones de todo Aragón, así como entidades de la vecina Terra Alta, que apoyó la reivindicación aragonesa, lograron recoger más de 4.000 firmas a través del portal change.org.

La ultima actualización de esta noticia fue 29 Abr 2020 12:03

Ver comentarios (5)

  • Es tan absurdo lo que nos están haciendo que nunca jamás alguien podría haber imaginado algo así. Da hasta miedo que la irracionalidad se haya instalado de esta manera en la política.

  • Que triste que no conozcan la realidad del mundo rural ni un mínimo. Pasan los días y parece que se olvidan de nuestras reivindicaciones. Ellos verán lo que hacen, porque llegará un momento en el que tocará volver a votar.

    • Creo q no se merecen que vayamos a votar, ni unos ni otros nos hn tenido en cuenta y solo les interesa la España vaciada cuando hay elecciones, se les llena la boca de algo q no tienen ni idea, y siguen tirándose los trastos a la cabeza unos a otros, demostrando una vez más q solo les interesa mandar, q pena... Yo no voto más a ninguno

  • Buenos días soi un prejubilado De un pueblo de Guadalajara tengo un hurto i no podemos ir
    Solo puedo ir a echar a unos gatos pero no puedo plantar nada en toces a la altura que estamos

  • Es una vergüenza, los políticos, y lo que es peor los periodistas (se ponen solemnes hablando de política de altura), se creen que toda la gente vive en los centros de las ciudades (lechugas, acelgas, verduras, por favor para eso está Mercadona o Carrefour), y los miles de pueblos que se abastecen de pequeñas huertas, esos olvidados, lo hacen no intencionadamente, lo hacen por amnesia, los pueblos son esos sitios en los que hay verbena los veranos