Aumentan casi un 19% los accidentes de tráfico causados por corzos en la provincia de Teruel

Los accidentes de tráfico causados por corzos en la provincia de Teruel este 2022 han aumentado un 18,87% respecto al año anterior. En el 2021 se produjeron 355 incidentes, mientras que este año se han registrado 422, según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Teruel a La COMARCA. Los accidentes relacionados con jabalís son los segundos más frecuentes. Se han contabilizado hasta 246 este 2022, una cifra casi idéntica a los 244 del año pasado. En cuanto a los siniestros con cabras monteses se han reducido en el último año, de 41 a 32. El número de accidentes de tráfico relacionados con animales es directamente proporcional a la población que hay de cada uno de ellos. Las poblaciones de corzos y jabalís han crecido en los últimos años, con la diferencia de que los cotos tienen un cupo específico para cazar corzos pero no para jabalís. Por su parte, las cabras monteses han disminuido como consecuencia de la sarna.

«Hace 15 años apenas se veían corzos por el monte, y ahora aparecen sin buscarlos. La población de corzo se encuentra en buena situación en toda la península ibérica. En la provincia de Teruel ha colonizado zonas antes impensables y cada vez va a más», explica Javier Escorza, coordinador de Agentes de Protección de la Naturaleza del Bajo Aragón y Matarraña. Según Escorza, el aumento del corzo es sinónimo del «abandono rural». «En la última década han aumentado el número de fincas abandonadas en el medio rural, lo que atrae a animales silvestres como el corzo en vez de otros como el conejo o la perdiz», detalla.

La población de jabalís también es abundante. Por sus dimensiones, los accidentes con estos animales son más graves que con los corzos. En el Bajo Aragón, tanto la carretera de Alcañiz a Calanda (N-211) como la vía de Alcañiz a Zaragoza (N-232), a la altura del Regallo, son zonas de concentración de accidentes con jabalís. «Los nuevos regadíos están llenos de maizales, que se usan para el pienso de los animales de granja y son el hábitat ideal para los jabalís. Las hembras entran a los campos a punto de parir o ya con las crías en verano y no salen de ahí hasta noviembre o diciembre, cuando comienzan a cruzar la carretera para pasar de un campo a otro», señala Escorza, quien advierte de que «hay que tener cuidado al volante en esos tramos», sobre todo, al amanecer y al anochecer.

En cuanto a la cabra montés, el APN destaca que el menor número de accidentes con este animal se debe a la reducción de la población como consecuencia de la sarna. «Antes era muy comunes los accidentes con cabras en carreteras secundarias como la TE-8215 entre Alcorisa y Molinos o la A-1702 en el Maestrazgo, más conocida como Silent Route», recuerda Escorza.

Caza para controlar las poblaciones

El depredador natural de los corzos y jabalís es el lobo, especie que no existe en la provincia turolense. Por tanto, para controlar las poblaciones, el Agente de Protección de la Naturaleza subraya que «es necesaria la caza». El presidente de la Sociedad de Cazadores de Alcañiz, Antonio Alejos, explica que cada temporada el coto tiene un cupo de corzos para cazar, y si se completa, al año siguiente el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) aumenta la cifra. De hecho, en la temporada anterior (2021-2022) se cazaron los 10 machos y las 14 hembras que tenían permitido, y este 2022-2023 el cupo se ha aumentado hasta los 22 machos (se pueden cazar de abril a febrero) y las 24 hembras (de enero a febrero). «Ya hemos cazado unos 20 machos y unas 14 hembras. Estamos seguros de que antes de que termine la temporada nos acercaremos al cupo, aunque no creemos que aumente», explica Alejos.

En cuanto a los jabalís no hay un cupo específico. En la temporada anterior se cazaron 137 ejemplares en el coto de Alcañiz, y en esta ya llevan más de 60. Alejos sostiene que antes esta cifra era impensable, pero que desde hace unos cinco años, llegan a cazar más de 100 jabalís al año. Al igual que con los corzos, el INAGA lleva el registro.

El presidente de los cazadores de Alcañiz reafirma el crecimiento de las poblaciones de corzos y jabalís en el territorio y subraya que el aumento de los ejemplares, además de causar más accidentes de tráfico, supone un mayor daño en los campos de arbolado como los almendros o los implantes pequeños de olivo. Asimismo, recuerda que el ahogamiento de corzos en el canal de la Estanca de Alcañiz también refleja el aumento de la población y señala que se han llegado a ahogar más corzos de los que ellos tenían permitido cazar; algo que finalmente ha motivado la ampliación de los cupos.

Crecen los accidentes relacionados con animales silvestres

Los accidentes de tráfico relacionados con animales silvestres en la provincia turolense han crecido un 6,25% en el último año. En 2022 se han registrado 781 frente a los 735 de 2021, 46 más. La cifra de accidentes que se han producido este año aumenta hasta los 829 si se contabilizan también aquellos ocasionados por animales domésticos (29). En 2021, la cifra global fue de 794 accidentes (34 por animales domésticos).

Este 2022, a los accidentes con corzos (422) y jabalís (246), les siguen los de cabra montés (32), ciervo (31), zorro (27), ave (10), tejón (7), liebre (3) y otros animales silvestres (3). Además, 19 ejemplares no fueron identificados. En cuanto a los 29 accidentes relacionados con animales domésticos, corresponden a perros (17), ovejas (9), gatos (2) y caballos (1).

En el 2021, los accidentes relacionados con corzos (355) y jabalís (244) también fueron los más numerosos. Por detrás, se encontraron los de cabra montés (41), zorro (33), ciervo (21), tejón (17), ave (10), gamo (2) y conejo (1), más los de 11 animales de otras especies diferentes. Otros 25 ejemplares no fueron identificados. Los 34 accidentes registrados con animales domésticos atañan a perros (25), ovejas (5), gatos (2), caballos (1) y cabras (1).