El legado industrial en el Bajo Martín, un vector de turismo a recuperar y explotar

Con el ánimo de crear redes entre pueblos, personas, asociaciones y comarcas a través de su patrimonio industrial ponen el punto las V Jornadas de Patrimonio del Bajo Martín. No es un punto final porque la sexta edición girará en torno al mismo tema. Para eso habrá que esperar dos años, ya que estas jornadas son bienales. Mientras, están previstas varias acciones. Una de ellas es la firma de sendos manifiestos para solicitar que se mantenga la última torre que queda en pie de la Central Térmica de Andorra y para que la antigua central de Escatrón sea visitable. Ambas plantas han sido claves en el desarrollo del Bajo Martín y de ahí, la decisión de abrir las fronteras administrativas de la programación. Estos manifiestos se pondrán a disposición de quien esté interesado en la página web del Centro de Estudios del Bajo Martín (CEBM). Se ha previsto mantener reuniones o consultas entre diferentes entes para llevar a cabo estas acciones.

Estas conclusiones se expusieron en la clausura de las jornadas el domingo poniendo fin así a cinco intensos días que comenzaron el viernes 11 en la sinagoga de Híjar antes de poner rumbo a Albalate, Andorra, Urrea y La Puebla. Tanto estas conclusiones como parte de las ponencias de estos días se recogerán en la próxima edición del Rujiar. En la sesión se destacó que, aunque hay mucho por hacer, en estos días se han puesto en la mesa varios proyectos a desarrollar y por gente del mismo territorio. «Si hay suerte y se pueden iniciar, en las próximas jornadas se podría hacer seguimiento sobre su puesta en marcha porque ya hemos visto que hay potencial de sobra», dijo el presidente del CEBM, José Ángel Guimerá.

Este cierre se celebró en la estación de La Puebla de Híjar, un edificio para el que existe un proyecto valorado en 1,3 millones de euros para su conversión en apartamentos turísticos con un centro de interpretación de la vía verde Val de Zafán en la planta calle. En el mismo trazado senderista se ejecutan mejoras y se prevén más. Así se vio la mañana del domingo 20 en el recorrido de Samper al kilómetro 0 en La Puebla que guió el poblano Ricardo Rodríguez, responsable de Káralom, su empresa de turismo activo.

Castelnou, Ribera Baja y Val de Zafán

De este plan para la estación se habló el pasado fin de semana, cuando también se abordó la historia del aceite en la sesión de Albalate. Allí, en el castillo puede visitarse la exposición sobre patrimonio industrial que incluye la última donación realizada al ayuntamiento.

Durante este sábado se profundizó en otras temáticas como el agua. A ello se dedicó el día en el pabellón de Castelnou y en el Monasterio de Rueda en Sástago. Laura Asión Suñer presentó un proyecto a desarrollar en La Puebla de Híjar consistente en una ruta del agua. La poblana abarca el casco urbano y parte del término municipal con un recorrido circular desde el Charif y se puede completar caminando, en bici, corriendo o el vehículo a motor incluso. Esta ruta incluye un fregadero, un elemento arquitectónico que se destacó en la presentación, ya que «no son comunes». Así lo valoró Carlos Blázquez, experto en la temática y que impartió la siguiente charla que versó sobre los molinos de regolfo. De estas construcciones se conservan algunas. Entre ellas, la del Monasterio de Rueda, lugar al que se trasladó la expedición seguidamente.

Medio centenar de personas realizaron el viaje, unas en sus coches y otras, en el autobús fletado y que obtuvo muy buena aceptación. Antes de llegar a Rueda se efectuaron dos paradas. La primera, en el viejo molino de Castelnou. Presenta estado ruinoso pero conserva elementos de gran relevancia y ha sido adquirido por un particular con intención de darle un giro a su situación. A continuación, el bus se detuvo junto a la antigua central de Escatrón. Tras unas breves explicaciones desde fuera, se puso de manifiesto «el tirón» que hacerla visitable supondría para establecimientos locales como la Hospedería de Rueda, al otro lado del río.

Allí comieron las 50 personas a las que se sumaron las que llegaron para la sesión de la tarde. Carlos Blázquez comentó el molino y la noria, e hizo un repaso por varias centrales. Ana Asión Suñer proyectó el primer pase de «Luz de gas». En el documental, que se estrenará en Ariño en Santa Bárbara, la poblana repasa la historia del carbón hasta el derribo de las torres de Andorra. Este fue el cierre de la sesión, que volvió al de inicio. Por la mañana, el gerente de Adibama, José Vicente Querol, avanzó «Tierra minera», un proyecto de cooperación de varios grupos leader.