Querido Mundo Rural: Creo firmemente que una de las armas más peligrosas del mundo es la palabra. Puede destruir, dañar, desgarrar y también difamar. Tan solo hace unos días que esta reflexión apareció en mi mente, cuando hasta mi llegaron rumores sobre la intimidad varias personas. En mi adolescencia esto me importaba muchísimo más, sobre todo si esos comentarios eran respecto a mi persona. Ahora ya no me duele, pero considero que es una injusticia que la gente se crea con derecho para hablar sobre la vida de otras personas.
Todo en la vida tiene una de cal y otra de arena, al igual que ocurre contigo, mi Querido Mundo Rural. Nos traes paz, calidez, amabilidad, naturaleza, pero también miedos, inseguridades, rumores y palabrería. No me malentiendas, esto también ocurre con tu hermano, el Mundo Urbano, pero contigo esta intención maligna se agudiza.
Quiero decirte que no es tu culpa. A pesar de su diminuto tamaño, tu corazón desprende bondad, pero como si de un ácido se tratase, es la sociedad la que te intoxica y poco a poco va oscureciendo tu interior.
Esto es una crítica a las personas que habitamos el mundo (me incluyo), en este caso tu Mundo Rural. Contigo los rumores se difunden a la velocidad de la luz, y como meteoritos, las palabras aplastan a las personas, en ocasiones destrozándolas por completo. Estas rocas espaciales generalmente están cargadas de mala intención, envidia, rencor y odio.
Por ello, pienso que, como sociedad, todos deberíamos dejar de lado el orgullo y prejuicio, ser más humildes con los demás y más sinceros con nosotros mismos. Espero que algún día las personas podamos transmitir la calidez que tú nos ofreces.
Emma Falcón. Cartas al mundo rural
Un mundo rural muy lleno de Mariramonas…jaja y mariramonres q hay un montonazo.
Buenas noches Emma.
Eres muy joven, creo, por lo que no te faltaran tragos de estos, que te sirven con hiel, algunos de tus vecinos, supuestos amigos y por supuesto, tus enemigos.
Te podría estar diciendo cosas sobre esto, como abuelo cebolleta, horas, pero te lo voy a poner mas fácil, escucha la canción de Paco Ibáñez, «La mala reputación», también la canta Loquillo, por aquello de los gustos.
Y no te rindas ni rebles, para contrarrestar a los difamadores y criticadores baratos y cobardes, lo mejor es la indiferencia, aunque también te diré que es importante escuchar y digerir, te hace mas fuerte.
Un abrazo.