Afortunadamente, la vacunación avanza a buen ritmo y más de un tercio de la población española ha recibido al menos una dosis. El problema viene al mirar a esos trabajadores esenciales que se vacunaron con AstraZeneca y a los que ya les toca recibir el segundo jeringuillazo. ¿Y ahora qué hacemos?

Seguro que estarán al tanto del cacareado estudio, publicado la semana pasada, que avala la validez de la segunda dosis de Pfizer pese a haber recibido una primera de AstraZeneca, algo que hace las delicias de muchos. No hay que olvidar que el ciudadano de a pie tiene la percepción de que la vacuna de AstraZeneca es mala-malísima, fruto de la sobreexposición mediática negativa provocada por los casos de trombos, y estaba deseoso de oír estudios como estos.

Sin embargo, conviene recordar que la posibilidad de sufrir los famosísimos trombos es de 1 entre 500.000 y, por resumir, es más fácil tenerlos por complicaciones derivadas del Ibuprofeno o de métodos anticonceptivos. Por poner en contexto, en España solo se detectaron 12 casos entre los más de 2 millones de personas vacunadas. Frente a esto nos encontramos el estudio que aboga por la segunda dosis de Pfizer que, agárrense, se ha realizado sobre la extensísima, variadísima y súper fiable muestra de 600 personas. 2 millones (con 12 casos negativos) frente a un estudio hecho a 600 individuos. Juzguen ustedes mismos, pero yo tengo bien claro cuál sería mi decisión.

Ahora bien, mención aparte merece la desfachatez del Ministerio de Sanidad obligando a firmar un consentimiento a quienes opten por recibir su segunda dosis con AstraZeneca. Aparte de las dudas que esto genera («si me hacen firmar por algo será»), conviene recordar que el derecho a decidir y la libertad de elección están muy bien siempre y cuando esa persona esté capacitada y suficientemente informada. En cuanto otorgas semejante responsabilidad a alguien que prácticamente nunca va a ser capaz de manejar todas las variables lo que estás haciendo tiene un nombre: lavarse las manos.

Adrián Monserrate – A regañadientes