El martes 22 de junio de 1999, Claude, la pareja de la escritora francesa (aunque nacida en Argelia) BRIGITTE GIRAUD (1960), sufrió un accidente de circulación, tras el que fallecería en el hospital esa misma noche. Más de veinte años después, la autora, impelida a vender la casa que compró con Claude poco antes del accidente, decide «hacer por última vez un balance» que le permita «cerrar la investigación», para lo cual reconstruye todos los hechos, circunstancias y decisiones que llevaron a que su pareja chocara con la moto que conducía contra un coche. Y lo plasma todo en un libro: «VIVIR DEPRISA»: una novela que, gracias a su alta calidad literaria, conseguiría el cotizado Premio Goncourt 2022.
Esta que podríamos denominar «historia de un duelo», pero que evita gastar el tono melodramático que cabría esperar, es, sencillamente, una exploración de las causas que desencadenaron el fatal accidente. Para ello, la autora despliega, en una original estructura, una letanía de capítulos breves y deliciosos encabezados con un «sí», a través de los cuales GIRAUD intenta rebobinar el tiempo para analizar todos los factores que contribuyeron a el fatídico accidente. «Si no hubiese querido vender el apartamento», «Si hubiese tenido móvil», «Si el abuelo no se hubiera suicidado», «Si Stephen King hubiera fallecido en el accidente que sufrió en 1999», «Si la canción que Claude escuchó antes de salir del trabajo para ir a buscar a su hijo a la salida del colegio hubiera sido más corta»…; quizás, entonces, Claude, que conducía una moto potentísima que, además, no era suya, no habría chocado contra aquel 2CV . De esta forma, GIRAUD nos muestra que hasta la decisión en apariencia más intrascendente o el hecho más ajeno en principio a nosotros, pueden tener consecuencias imprevisibles y funestas para nuestra vida.
La autora, como se ve enseguida, no esconde el componente autobiográfico de la historia que escribe 20 años después de los hechos, de manera que la parte emocional queda amortiguada por esa necesidad de comprender y buscar un sentido a un hecho aparentemente azaroso. «VIVIR DEPRISA» es un libro breve, pero que no se puede dejar hasta el final: de lectura fluida y absorvente y de una prosa sencilla pero resolutiva. Todo se sustenta en la mirada de la autora, que narra en primera persona esta su triste historia al tiempo que sabe encontrar el tono justo para convertirla en universal.
Miguel Ibañez. Libreria en Alcañiz