Escribo este artículo horas antes de ir a Zaragoza, a la manifestación que el domingo 16 de abril debe reunir a un montón de plataformas, asociaciones y aragoneses en contra de la masificación eólica y la especulación de las energéticas con nuestros montes. Iré con mi hija de 11 años, para que empiece a aprender que las cosas se defienden en los despachos, pero también en las calles. Que el amor por una tierra no se limita a disfrutarla en paseos, meriendas o canciones. Que de vez en cuando, también toca arremangarse y luchar.
«¿Y de qué tenemos que defenderla?» Me preguntó ella hace un par de años. «Si los parques eólicos son energía verde, y no contaminan», me dijo. Cómo explicarle que sí, que eso es cierto, pero que tras eso, se esconden maniobras oscuras que no buscan la defensa del medio ambiente, sino el enriquecimiento económico puro y duro. Y aquí es donde lo enlazo con lo que verdaderamente les quiero explicar.
En el Matarraña tenemos dos proyectos eólicos encima de la mesa. Primero llegó el de Capital Energy, que plantea 84 aerogeneradores de 6 megavatios (MW) cada uno, con capacidad de generar 504 MW (resultado de multiplicar 84 aerogeneradores por los 6 MW de energía que produce cada uno). Después llegó el de Forestalia, de 63 molinos de la misma potencia, que podrá generar 378 MW. Poniéndolo en contexto, entre ambas crearán luz para unas 616.000 personas, cuando en el Matarraña somos pocos más de 8.000. Pero esto es lo de menos.
La clave está en que estos proyectos necesitan de una serie de licencias que, desde el primer minuto, ya empiezan a generar pingües beneficios a las empresas. Cuando ambas sociedades presentaron sus dos proyectos para el Matarraña, en el año 2020, el valor de esas licencias estaba en unos 100.000 euros por MW, y al alza. Tan al alza, que en el año 2023 ya están en 350.00 euros. En sólo dos años, esa inversión ya triplica las cifras iniciales.
Es decir, si Capital Energy, que aún no ha puesto ni un gramo de hormigón entre los montes de Ráfales y Mazaleón, decide vender su licencia (tan sólo eso, su licencia), podría ingresar 176 millones de euros (504 MW x 350.000 euros). Y Forestalia, 132 millones de euros.
Esas son las cifras que, ahora mismo, tienen en sus mesas los directivos de esas compañías. Sin haber instalado ni un molino, ni haber «arreglado» ningún camino, ni haber generado la electricidad para cargar un móvil. Esos números son la base para seguir ganando, porque a la que empiecen a generar energía, aún ingresarán mucho más.
¿Y cuánto de ese dinero podría repercutir en los pueblos? Si venden una licencia, ¿cuánto se llevaría el ayuntamiento que, en su ignorancia y buena fe, pensó que una alfombra roja era una buena idea para desarrollar este tipo de proyectos con esta calaña de socios? Recordemos que Forestalia, precisamente, ya vendió en enero de 2021 una cartera de 2.000 MW a Bruc Energy, un fondo canadiense, relativos a plantas energéticas de Teruel y Zaragoza. O sea, que vender, venden. ¿Cuánto ingresaron los ayuntamientos afectados por ese negocio?
Lo que tenemos delante, está claro. Es especulación pura y dura. Y no sé qué argumentos necesitan aun los que ven en todo esto una oportunidad para sus pueblos o sus bolsillos. La cantidad de dinero que se mueve es tan ingente y desmesurada, que lo que están ofreciendo se antoja insultante. Por mucho que se llenen la boca con palabras vacías como empleo, oportunidad, o asentar población, el único motivo que les mueve, es el único al que aspiran. Han venido a convertir nuestros montes en dinero. Y como siempre, todo será para ellos, no lo olvidemos.
Juanjo Pérez. Asociación Gent del Matarraña
El Matarraña no está en venta a especuladores sin escrúpulos!!..Esto es un espolio, un ataque mortal a nuestros montes y sería una catástrofe difícil de explicar a nuestros hijos.;. por eso hay que defender nuestra tierra.. Aquí no «PASARAN»
La culpa es integra del Gobierno de Aragón por dar vía libre a éstas mafias qué son pura especulación y forrarse €€€€€..nada más.!!
Sres.Lamban& Aliaga…DIMISION ..NO NOS REPRESENTAN!!
Después de leer este artículo, me han surgido varias dudas. Me gustaría que alguien me las resolviese.
Entiendo que la posición de Gent del Matarraña ha cambiado, ya no son contrarios a la instalación de los parques eólicos, si no sencillamente al importe que las empresas quieren pagar. Por tanto si a partir de ahora las empresas ofrecen mucho más dinero, ya nos parece bien?
Parece que ya no se trata de un tema medioambiental, ni de afecciones a otros sectores, sencillamente se trata de dinero. Que cantidad es necesaria que paguen a los pueblos para vender? cuantos millones de Euros tienen que pagar para que nos parezca bien?
No tengo claro que estratégicamente esta sea una buena idea. Nos pegamos varios años diciendo que no queremos los parques eólicos, por diferentes razones (medioambientales, afectación a otros sectores estratégicos del territorio, por el tipo de empresas que lo fomentan…) para acabar diciendo ahora que solamente es una cuestión de dinero, que si nos pagan lo que nosotros creemos que nos corresponde (no se quien determinará este importe) pueden hacer lo que quieran con nuestros montes.
Estoy perplejo, creo que para este viaje no hacían falta tantas alforjas.
Buenas noches. En ningún caso la posición ha cambiado. Quizás no me haya explicado de la mejor manera en el final del artículo, que es donde quizás usted observa ese posible cambio de posición. Estamos firmemente en contra de la masificación eólica, y lo que quería evidenciar era que tras estos proyectos sólo hay especulación. Quiero plasmar que el aspecto económico es el único que mueve a estas empresas, y que lo hacen sin la más mínima intención de hacer partícipes ni a sociedad, ni ayuntamientos. Si he dado a entender que estamos dispuestos a aceptar una oferta económica, siento el equívoco. Seguimos más firmes y convencidos que nunca. Algunos llevamos ya mucha distancia recorrida para que ahora nos echemos atrás. Puede dejar de lado su perplejidad, y volver a la confianza. Muchas gracias y un saludo!
Querido MS, casi todo en esta vida es cuestión de dinero, desde la virtud de tus hijas hasta el club deportivo de tus amores.
Creo recordar que siempre me ha parecido un aberración estas «supuestas energías verdes», que causa mayores destrozos que beneficios, pero también he puesto siempre sobre la mesa que no es cuestión de estar en contra sin más, sino y tal y como pasa en todas las cosas , mirar la balanza de inconvenientes y ventajas, y está claro, que respetando ciertas condiciones y si económicamente es rentable y permite afianzar población en lugar de echarla, pues a lo mejor se podrían poner, por que no?
Quede claro que no pertenezco a esa asociación