Se acercan fechas muy especiales para todos. Fechas de reuniones familiares y con amigos, la ilusión de los niños, felicidad, reencuentros, calles iluminadas…pero desgraciadamente este año no las podremos celebrar como nos hubiera gustado, al igual que tampoco hemos celebrado otras fechas señaladas como Semana Santa, fiestas patronales, ferias y puentes; y en el ámbito familiar cumpleaños, bautizos, comuniones y bodas han sido aplazadas, suspendidas o celebradas con menos invitados de los deseados. Todo esto ha servido para cumplir con las normas sanitarias establecidas en cada momento intentando evitar al máximo la transmisión de la covid-19.

Ya estamos en diciembre, el último mes del año y al que en esta ocasión ansiábamos llegar para dejar atrás y decir adiós a este 2020 tan extraño que nos ha tocado vivir con la nostalgia de los abrazos perdidos a nuestras familias y amigos. Los ámbitos sanitario, social y económico han sido muy castigados. Un año para olvidar pero también para recordar que debemos valorar más lo que teníamos y a partir de ahora aprender a disfrutar de cada momento por insignificante que nos parezca.

Una de nuestras tradiciones en Nochevieja es tomar las uvas y solemos formular nuevos propósitos y deseos para el año que está por empezar y en el que tenemos depositadas nuevas esperanzas.

Yo tengo dos deseos para el próximo año 2021:
El primero de ellos es pensar y creer que todos, dentro de nuestra responsabilidad, vamos a ser conscientes de que seguir cumpliendo las normas sanitarias establecidas hará que el año que viene podamos disfrutar de todas nuestras celebraciones sin que falte nadie. Por eso debemos extremar las precauciones durante estas Navidades, por mucho que nos cueste.
Mi segundo deseo es que se valore la ciencia y la investigación como se merece porque gracias a ello podremos recuperar la vida que teníamos antes del 14 de marzo, estando más cerca cada día de la tan deseada vacuna contra la covid-19.

Raquel Palos – PSOE Calanda