Acogiéndonos al dicho «el que desconoce su historia está condenado a repetirla», o al menos sino su historia, desde luego sus errores, quiero aclarar las enormes diferencias que existen entre ambos términos, dentro del desconocimiento generalizado que existe, según deduzco de las declaraciones públicas que se han realizado últimamente, entre estos dos términos..

Para empezar, el término «chapurrear», como verbo, está escrito en castellano, y el término «chapurriau», como sustantivo, está escrito en aragonés oriental, es decir, dos lenguas distintas, por lo que no tiene ningún sentido intentar expresar lo mismo con dos términos diferentes de dos lenguas diferentes.
Hecha esta aclaración, vamos a lo esencial. La mayoría de la gente ha interpretado, desde hace muchos años, que «chapurrear» es hablar mal. Pues nada más lejos de la realidad.

Si consultamos el «Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española», de la RAE, la definición del término «chapurrear» nos aclara dos cosas importantes: la primera es que el término original no se dice «chapurrear» sino «chapurrar». Y en cualquier caso, la definición de ésta es «Bebida compuesta de varios licores o de vino y azúcar con diversos ingredientes». Poco que ver, por tanto, con las lenguas.

El término se documenta por primera vez en una obra de Villarroel que data de 1794, en la que nombra el «chapurrado» refiriéndose a una fórmula de repostería. Así se mantuvo el término, con su significado original como demuestran otros autores, hasta que en 1917, Alarcón, lo utiliza como una forma de empezar a hablar una lengua, refiriéndose al árabe por su dificultad, y no de forma despectiva precisamente, sino como mérito personal.

Así que de ahora en adelante, todo el interesado en utilizar el término «chapurriau», ya sabe que no es castellano, ni es despectivo, sino una forma popular de llamar al aragonés oriental, una de las lenguas históricas de Aragón.

De todas formas, si alguien pretende utilizar el término «chapurrear» en castellano, el mismo Diccionario de la Lengua Española de la RAE vincula los verbos «chapurrar» y «chapurrear», porque como ya hemos demostrado, el segundo se deriva del primero, independientemente del significado que se le quiera dar, ya que antes de «chapurrear» se nombraba como «chapurrar» al hecho de hablar una lengua con vocablos y giros exóticos, que si bien se puede considerar gramaticalmente incorrecto, hoy día es posible que nos proporcionase esta práctica algún premio de literatura.

Más ganaríamos todos mezclando vino y limón helado, como ya dijo Baraibar mucho antes que Alarcón, para hacer un buen «chapurrado», que seguir mezclando lenguas que nada tienen que ver entre sí, en esta Babilonia en que se ha convertido Aragón.

Y cómo no, ¡buen provecho! Al menos yo lo probaré.

Juan José Barragán. Profesor de Historia. El mundo del chapurriau