«Por primera vez desde mi accidente, he salido a andar SIN NADA DE APOYO», cuenta Kenny Noyes. «Fui a la playa porque pensé que, si me caigo sobre la arena, no me haré daño. Ha sido más complicado de lo que parecía, porque al ser un terreno blando, cada vez que pisaba tenía que corregir el equilibrio. El primer y segundo día conseguí andar sin caerme, pero el tercer día, me fui por los suelos tres veces. No me hice daño y me sentó bien poder hacerlo, ¡así que lo seguiré intentando hasta que me salga bien…