El Ayuntamiento asegura que la Generalitat lleva mucho tiempo haciendo «menosprecio» al municipio y si el problema no cesa, no quiere que le represente
Los vecinos de Batea votarán la propuesta de su Ayuntamiento de formar una circunscripción de Aragón e independizarse de Cataluña. Esto ha ocurrido después de lo que considera el consistorio como una «discriminación continuada» hacia la localidad. Actualmente, este pequeño municipio de la comarca de la Terra Alta, que limita con la comunidad aragonesa lindando con Maella, Nonaspe y Fayón, cuenta con alrededor de 2.000 habitantes.
«El último problema que hemos tenido con la Generalitat, relacionado con nuestra residencia de la tercera edad, ha sido lo que ha colmado el vaso, y vemos que cada vez es peor», asegura el Alcalde de Batea, Joaquim Paladella. Según el representante municipal, el gobierno catalán no ha cumplido con los convenios firmados previamente para la concertación de 30 plazas del centro para personas mayores, construido en el año 2010, que todavía no han llegado a día de hoy. «No entendemos cómo van repartiendo a diestro y siniestro plazas por toda Cataluña, y a nosotros no se dignan ni a cumplir lo estipulado», denuncia el alcalde.
Sin embargo, todo esto no ha sido por un hecho puntual. Paladella explica que la situación se ha agravado en los últimos años. Un conflicto con la gestión de los parques eólicos y la pérdida de hectáreas municipales para cederlas a la localidad de al lado, han sido los problemas más recientes. «Había que hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados», afirma el alcalde.
Por ello, el Ayuntamiento de Batea ha pedido una reunión con la Subdelegación del Gobierno de España en Cataluña y con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para plantearles esta decisión. «A partir de ahí, explicaremos a los vecinos la situación y les pediremos que voten sobre qué solución les parece más adecuada», señala Paladella.
«Teníamos dos opciones. Sentarnos en el Ayuntamiento y esperar que todo pase o actuar y poner encima de la mesa diferentes opciones y soluciones, pero antes hay que dialogar», afirma. Entre las opciones debatidas por el gobierno municipal está la de independizarse de Cataluña y formarse como circunscripción de Aragón.
La expectación y sorpresa tanto de la opinión pública como de los vecinos ante tal decisión no se ha hecho esperar. La localidad ha sido conquistada durante esta semana por medios de comunicación de todo el país. El alcalde y concejales han sido abordados por periódicos, radio y canales de televisión los últimos días tras conocer la noticia. «Llevo unos días de locos, con mucho revuelo y sin despegarme del teléfono, atendiendo a medios de comunicación… pero esto no me ha pillado por sorpresa, sabía el riesgo que asumía cuando, después de haberse filtrado, confirmé la noticia», cuenta Paladella.
Según su alcalde, los bateanos, en este caso, están «muy enfadados con la Generalitat y un poco sorprendidos con la actuación del consistorio». Lo más positivo de esta situación para el Ayuntamiento es que ahora Batea está «en boca de toda España».
«En definitiva, esto es campe quien pueda: si el gobierno de la Generalitat dice que tiene derecho a decidir con el tema de la independencia, nosotros también», concluye el alcalde. «Quiero que quede claro que en Batea nos sentimos catalanes, pero también quiero recalcar que no vamos a consentir más desprecios por parte de la Generalitat».
Otros casos similares
El proceso de independencia y adhesión a una nueva comunidad autónoma por parte de una ciudad o municipio no es nada sencillo. Según la ley, se requiere mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para que un cambio territorial de estas características se lleve a cabo. Además, y en este caso determinado, el Estatuto de Autonomía de Aragón exige que se oiga a la Generalitat o a la Diputació de Tarragona previamente, que se haga un referéndum entre los vecinos de la localidad, en este caso de Batea, y que también lo aprueben las Cortes de Aragón.El último municipio español en cambiar de comunidad y de provincia fue Gátova, que tiene menos de 400 habitantes. Está ubicado en la parte septentrional de la comarca del Campo de Turia, que en 1995 pasó de formar parte de la comunidad de Castellón a integrarse en Valencia.
En cuanto a los cambios realizados de este tipo en la comunidad aragonesa, en 1834, apenas un año después de aprobarse la actual división provincial de España, la comarca del Bajo Aragón-Caspe, que había sido asignada inicialmente a Teruel, fue incorporada a la de Zaragoza. Y al mismo tiempo, la comarca de Calamocha, que había sido encuadrada en Zaragoza, fue traspasada a la de Teruel.
Pues genial. Yo haría ambos referendums, aunque en ambos votaría que no.