Todos, creo, estaréis de acuerdo que la cantidad de bibliografía que se está generando con esta pandemia que sufrimos es verdaderamente ingente. Libros científicos, históricos, esotéricos, distópicos, de viñetas de humor, sin humor (serias y descarnadas), etc.., copan varios metros de cualquier librería. Sin embargo, mucho me estrañaba que, siguiendo la estela de nuestros grandes literatos satíricos del pasado, todavía no se hubiera publicado una novela de humor incisivo sobre este tema. Pues bien, aquí la tenemos, y de la mano de uno de los más grandes escritores que pisa suelo español: FELIPE BENITEZ REYES (novelista, ensayista, poeta, dramaturgo, traductor…, premio Nadal, de la Crítica, Nacional, etc, etc…), que nos ha escrito una sátira desternillante y demoledora de lo que ha supuesto -y supone- el pensamiento alternativo en torno a este drama: «LA CONSPIRACION DE LOS CONSPIRANOICOS».
BENITEZ REYES nos sitúa en Cádiz, en una tertulia ambulante en la que, en plena pandemia, cinco conspiranoicos dan rienda suelta a sus hipótesis y a sus conclusiones exóticas, siempre a la contra de las informaciones oficiales, que ellos consideran falseamientos flagrantes de la realidad. Al hilo de las noticias del día a día, y al dictado de unos razonamientos alejados lo más posible de la razón, comentan, discuten y sientan cátedra sobre cualquier asunto científico, geopolítico o socioeconómico. El resumen podría ser que todo lo malo que nos pasa ha sido previsto y ejecutado por una diabólica colección de Supervillanos: que los abominables Soros, Bill Gates o Elon Musk, son pretendidos filántropos cuyo verdadero propósito sería dominar el mundo. Estos nombres se alternan con los de chiflados que pasan por audaces investigadores o artistas iluminados -Bosé, Ouka Leele, Bunbury- que contribuyen a difundir todos esos rumores sobre los microchips que anulan la voluntad, la peligrosa tecnología 5G o los «chemtrails» tóxicos, transmidos por arrojados «youtubers» que dasafían las verdades oficiales para contar lo que los poderosos no quieren que sepamos.
Decía el gran Chesterton que «perdida la fe, el hombre se apresura en creer en cualquier cosa»; y mucho del insigne británico tiene esta narración: la sucesión de polémicas, el uso frecuente de paradojas, esa forma de narrativa que se sirve del humor para plantear cuestiones muy serias, el delicioso aire del maestro y su inagotable interés por los extravíos de la condición humana…
Pero la novela, no nos olvidemos, es de BENITEZ REYES, o sea, literatura de calidad; y conviene decir ya que el resultado, que contiene desde luego diversión de la buena y un desenlace del todo inesperado, va mucho más allá del mero divertimento.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz