Hoy, amigos lectores, acometo este espacio literario con la alegría de poder recomendaros dos novelas de bastante calidad y que estan escritas por dos amigos cuya cercanía las hacen doblemente apetecibles. Ninguno de los dos tiene como oficio esta apasionante y, a veces, turbadora manía que es la escritura. Pero los dos, de seguro, han invertido muchas horas de su vida -horas de vigilia y de ensueño- para plasmar en unos folios unas historias que les afirmaran en su ser y que, a la vez, iluminaran y entretuvieran a sus lectores. Y los dos, hay que decirlo bien claro, lo han conseguido.
JOSE ANTONIO GARGALLO (Calanda, 1973), publica «LA VIDA PROMETIDA», y en ella nos lleva en sus obsesiones a un pequeño poblado de Estados Unidos: «Ciudadanía»; un mundo en miniatura en donde se ha afincado Job: un vidente impostor y embaucador cuyas prácticas le han hecho pasar ya alguna temporada en la cárcel. Allí, precisamente, fue donde se enteró de que en ese pueblo alguien guardaba una extraña edición de la Biblia que, quizás, pudiera darle buenos beneficios si se apropiaba de ella. Todo cambiará, sin embargo, cuando Job descubra que en ese lugar hace ya varios años que nadie se muere.
A partir de ahí, el protagonista se topa con una serie de preguntas transcendentales: ¿Se puede cambiar? ¿Quién merece sobrevivir? ¿Quién es uno mismo cuando la comunidad marca las reglas?…, que tendrá que ir lidiando sin dejar de mentir a un pueblo atrapado en la necesidad de sus engañosas videncias.
MIGUEL ANGEL TORO (Lérida, 1971) y en plantilla del Juzgado de Alcañiz; publica «DECESO PROGRAMADO», sumergiéndonos con su novela de ficción científica, en una distopía que empieza en el año 2044 en la ciudad de Zaragoza. Allí, Eduardo, toma la decisión de ofrecer su vida a cambio de dinero para tratar de mitigar el Alzheimer galopante de su esposa. Esta práctica es legal desde el año 2030, gracias a una Ley Orgánica según la cual puede uno decidirse a morir a cambio de un precio y optando por las varias modalidades que ofrece el texto legal. Sin embargo, el pasado de Eduardo entra en juego para descubrir una laberíntica trama, que se inicia con un rebrote de la Gripe Aviar en 2045, y que salpica a empresarios farmacéuticos y miembros del Gobierno español. La novela, terriblemente posible, aúna tramas policíacas y científicas tan bien trabadas que aceleran la acción de tal forma que es imposible dejarla hasta conocer el final.
Dos novelas, las primeras que publican, demasiado interesantes y bien escritas para que puedan entrar a formar parte, sin ninguna minusvalía, de vuestras bibliotecas.