Hace ya algún tiempo que se sabe que, en realidad, Yasmina Khadra, el nombre del genial escritor argelino en lengua francesa, es el pseudónimo de Mohamed Moulessehoul, el oficial del ejército que usó esa identidad compuesta por los dos nombres de su mujer por su propia seguridad y, de esta forma, dada su posición privilegiada, poder denunciar las lacras de la sociedad argelina. Esa es una de las principales virtudes de la «Trilogía de Argel», serie protagonizada por el comisario Brahim Lob y que le dio fama y prestigio literario. Tanta, que sus novelas han sido traducidas en más de 45 países, y llevadas al cine, al teatro y hasta el cómic.
Su vasta producción, alrededor de treinta novelas publicadas, casi todas ellas de una gran calidad, toca un buen número de géneros, aunque mis preferidas sean aquellas que mezclan lo policíaco con la denuncia de la corrupción, de la carencia de derechos e, incluso, del terrorismo. Y así, todo ello se plasma, maravillosamente, en esta su última obra que hoy os recomiendo: «La deshonra de Sarah Ikker».
Yasmina Khadra nos traslada en esta ocasión a Tánger para ofrecernos una dura disección de una sociedad clasista, clientelar, machista y corrupta. Como no es muy partidario de largas explicaciones, Khadra aprovecha los diálogos y las escenas para destapar el cubo de la basura. Y así, en la primera página del libro nos encontramos con el teniente de policía Driss Ikker borracho perdido en una habitación de un prostíbulo de mala muerte. Lo que ha llevado a este policía íntegro que está en el mejor momento de su vida: casado felizmente con Sarah, la hija de un alto cargo de la policía marroquí; viviendo de forma acomodada y con un destino sin complicaciones, a esta situación es, ni más ni menos, que la violación de su mujer: drama alrededor del cual gira toda la obra.
La deshonra que supone la violación en esa sociedad es un veneno que hunde la vida del feliz matrimonio. Así, la única obsesión del teniente Driss, desde ese momento, será averiguar quién cometió tal crimen. Y, aunque se le intenta apartar del caso, llevará a cabo sus propias pesquisas, hasta que empieza a sospechar que el resultado de éstas puede ser peor que el daño sufrido, que la realidad a la que se enfrenta puede ser insoportable.
Khadra sabe manejar el suspense como nadie, pero también sabe sumergir al lector en la oscuridad del alma humana, persiguiendo un objetivo: desmontar el sistema de sociedades adulteradas del norte de África.
Una nueva impactante novela de este gran escritor, fudamental ya en las letras occidentales.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz