Hace más de 25 años que nuestra Comarca se vio inmersa en la reconversión minera con el cierre de las últimas explotaciones a finales de los años noventa. Han sido muchas las incertidumbres que se han ido produciendo desde entonces, con la instalación de empresas que han cuajado y otras que no, todas ellas subvencionadas con dinero público en diferentes planes.
Todas estas actuaciones contempladas dentro de los planes Miner y que se han desarrollado bajo la supervisión de la administración y los agentes sociales han dado unos frutos que según como se mire o valoremos, podremos sacar cada uno diferentes conclusiones, pero sin duda lo que es evidente es que necesitamos una nueva inyección de recursos económicos en forma de nuevos proyectos que generen empleo y nos sirvan de revulsivo para frenar la despoblación de la zona que crece a pasos agigantados.
La fórmula es evidente y todo el mundo la conoce pero lo que de verdad se necesita es aplicarla con rigor y transparencia en el mismo sentido, puesto que el objetivo es común para todos los habitantes de la Comarca de las Cuencas Mineras.
El objetivo es tener unas buenas infraestructuras que nos ayuden no sólo a consolidar el tejido industrial que tenemos sino a aumentarlo con nuevas inversiones lo que nos hará aumentar el empleo y asentar población ya que de otra manera es imposible.
Dentro de la provincia de Teruel tenemos acceso a los fondos especiales «FITE», por ser zona desfavorecida demográficamente a los que entre Gobierno Central y Regional aportan a partes iguales un total de 60 millones de euros cada año. Son estos fondos junto con los fondos «Miner» destinados a localidades mineras los que nos tienen que ayudar a salvar la situación, aunque eso sí, cambiando de forma rotunda la gestión y distribución de los mismos por la clase política.
Estos fondos deben ir destinados única y exclusivamente a inversión en nuevas infraestructuras y proyectos generadores de empleo y descartar rehabilitación y recuperación de palacios, monumentos, ermitas y edificios que deben financiarse como en cualquier otra provincia de España y no con el Fondo que llega para vertebrar la provincia.
El aumento de la inversión pública junto a la iniciativa empresarial privada bonificada por este tipo de planes y subvenciones nos tiene que ayudar no sólo a sostener la población en la Comarca, sino a aumentarla y mantener con ello los pocos servicios que nos quedan en las zonas rurales y evitar ser ciudadanos de segunda.