33 personas han pasado la noche fuera de sus viviendas. Salieron con «lo puesto» y tuvieron que comprar medicinas y ropa
Incertidumbre, nervios y mucho miedo es lo que vivieron ayer los 33 vecinos que fueron desalojados de sus viviendas antes de que un gran desprendimiento en el cerro Pui Puinos de Alcañiz redujera a escombros tres edificios y causara graves daños en otras tantas viviendas. Salieron «con lo puesto» y, por el momento, no podrán volver a sus casas. La alerta de un vecino, Antonio Lizana, y el buen criterio de Policía Local y Bomberos al iniciar el desalojo pudieron salvar varias vidas.
Pasaban las once de la noche cuando Antonio Lizana comenzó a escuchar ruidos extraños detrás de su casa, en la falda de la ladera de Pui Pinos de Alcañiz. No le dio mayor importancia, «era una cosa normal, un ruido como si cayeran piedras». Una hora después, cuando Antonio ya estaba medio dormido, un estruendo le despertó y le hizo saltar de la cama. «Escuchamos un ruido tremendo y vimos una gran polvareda». En ese momento comenzó a preocuparse y llamó a la Policía Local. Su llamada consiguió evitar una desgracia mayor.
Los efectivos no tardaron en llegar y comenzaron a inspeccionar la zona. Los bomberos también se acercaron para verificar lo ocurrido y rondando las dos de la madrugada se decidió desalojar a los vecinos que corrían mayor peligro, un total de 12 personas. «Vinieron los bomberos y nos dijeron que teníamos que irnos. Al principio pensaba que no era para tanto, que no hacía falta que nos fuéramos, pero al final sí que ha sido bastante grave», señala Antonio Lizana, aún con el miedo en el cuerpo. En su caso, reside en el número 63 de la Ronda de Teruel, cuyo garaje se vio muy afectado por la tierra y las rocas (en la foto).
El desalojo se amplió a otras 21 personas de viviendas colindantes; y rondando las cinco de la madrugada se produjo el derrumbamiento. En total, 33 personas fueron desalojadas y, excepto tres que han preferido trasladarse a viviendas de familiares y amigos, todas se hospedan en un hotel céntrico de Alcañiz. Desayunaron, comieron y cenaron en diferentes restaurantes de la capital aragonesa y por la tarde se encargaron de comprar medicamentos e incluso ropa puesto que se prevé que no puedan entrar en sus viviendas en unos días. El Ayuntamiento se encarga de su manutención a la espera de los informes técnicos que les permitan volver a su hogar. «Estamos contentos con el Ayuntamiento porque nos ha ofrecido mucha colaboración en todo. Ahora solo queda esperar», sentencia Lizana (en la foto), que trasmite la incertidumbre, el miedo y los nervios de los vecinos.
Pero también hubo afectados que no fueron desalojados, como los vecinos de la casa colindante a los dos garajes que se hundieron. Tuvieron que huir de su hogar una vez ocurrido el desastre. «Se nos ha aparecido la Virgen. A nosotros no nos vino a desalojar nadie y nos hemos enterado cuando ha pasado todo», destaca Miguel Ángel Gargallo. El tremendo derrumbe de la ladera despertó a Miguel Ángel y sus padres en mitad de la noche. «He escuchado un ruido muy fuerte y he visto mucho polvo, pero pensaba que era el viento. Enseguida ha venido mi madre y me ha dicho que las casas de nuestro lado se habían venido abajo. Entonces llamamos a la Policía y nos marchamos de casa», relata Gargallo, que también tuvo que dejar su coche bajo los escombros.
El balance que ha dejado el deslizamiento de tierra es de tres edificios destruidos. Uno de ellos era una vivienda que por suerte no estaba habitada, mientras que los otros dos eran cocheras en las que había vehículos aparcados que han quedado sepultados. Además, el desprendimiento provocó daños en otras tres casas colindantes que perdieron parte de sus fachadas y vieron afectados los bajos de sus hogares.
100.000 euros del Plan de Emergencia de DPT para daños
El vicepresidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, anunció ayer por la mañana en Alcañiz que la DPT pondrá a disposición de los afectados los fondos destinados al Plan de Emergencia provincial dotado con 100.000 euros, «una cantidad que se podría ampliar si fuera necesario», afirmó después de visitar la zona destruida. Juste también ofreció todos los medios del parque de maquinaria al Ayuntamiento alcañizano para retirar escombros y realizar los diferentes trabajos de restitución en el momento en el que se pueda proceder a ellos. «Desde la DPT queremos mostrar todo nuestro apoyo al consistorio y a las familias afectadas», insistió el vicepresidente, que participó en la reunión técnica que analizó los hechos al mediodía celebrada en la comisaría.
Además de destacar la labor de los bomberos del parque de Alcañiz, Juste quiso agradecer el apoyo de la dotación de efectivos de Caspe que se trasladaron al lugar de los hechos, del mismo modo que lo hizo el grupo de guías caninos de los Bomberos de Zaragoza. Varios perros, junto a los de Guardia Civil, estuvieron inspeccionando la zona durante toda la mañana para descartar que entre los escombros hubiese quedado alguna persona con vida o sin ella.
Por su parte, el jefe de la Policía Local de Alcañiz, Pedro Obón, quiso destacar el trabajo de los agentes al iniciar el desalojo. «Han salvado doce vidas y eso es lo más importante», dijo.