Los ginebrosanos celebran una fiesta cuando maduran las cerezas para que todo el mundo pudiese degustar este fruto tan saborso, además los distingue de todas las celebraciones de las poblaciones de la Comarca del Bajo Aragón. Se reúnen en el paraje de La Huerta y en su ermita, cantan misa y toman un vermut popular para luego comer por cuadrillas en las masadas.