Ha habido escritores cuyo nombre casi nadie recuerda, aunque sus títulos estén en boca de todos porque han sido adaptados a películas o series de éxito. Quizá hayan sido los escritores norteamericanos los que más hayan sufrido esta injusticia, ya que allí el cinematógrafo devora todo lo que tiene a su alcance. Uno de los casos más flagrantes quizá sea el de WALTER TEVIS, autor de novelas de bastante calidad que han sido olvidadas en favor de grandes películas. Quizás las más famosas fueron «El buscavidas» y «El color del dinero», dos carambolas de lujo ambientadas en el mundo del billar -juego que apasionaba a TEVIS- y protagonizadas por Paul Newman. De menos calidad fue «El hombre que cayó a la Tierra» con David Bowie, basada en uno de los muchos relatos de ciencia-ficción que escribió.
La vida de TEVIS antes de convertirse en escritor no fue fácil. Nació en San Francisco, pero cuando tenía diez años sus padres lo dejaron en un hospital infantil para recuperarse de una enfermedad del corazón y se volvieron a Kentucky, donde residían. Un año más tarde tuvo que recorrer solo los 3.300 kilómetros que lo separaban de sus progenitores con un dinero prestado. A los 17 años se embarcó en un destructor para participar en la Segunda Guerra Mundial. A su regreso fue cuando empezó a estudiar literatura y a publicar relatos en diversas revistas; pero también a frecuentar el alcohol y el mundo de las drogas. Empezó a dar clases de literatura inglesa en la Universidad de Ohio; enseñaba de día y se emborrachaba de noche, aunque siempre dijo orgulloso: «Nunca di clases borracho». Su vida, sin embargo, estaba en caída libre: tuvo dos intentos de suicidio y dejó de escribir durante dos décadas.
A otros escritores, la bebida les sirve de estímulo; a TEVIS vaciar la botella le secaba el cerebro.Fue en 1976 cuando decidió poner fin a todo y cambiar de vida, se divorció de su mujer y del alcohol y encontró un ritmo de producción inédito. Y es en esa época cuando una de sus grandes aficiones: el ajedrez, le sirve para escribir su gran obra: «GAMBITO DE REINA», una de las novelas mas hermosas y adictivas que se han escrito sobre este tema (descontando «Novela de ajedrez» de Zweig). Esta novela es puro disfrute y puro placer por el virtuosismo que proporciona la escritura de TEVIS.
La protagonista es Beth Harmon, una niña de ocho años huérfana, callada, introvertida y, según todas las apariencias, sin nada especial. Pero cuando juega su primera partida de ajedrez, sus sentidos se aclaran, su inteligencia se afina, y por primera vez en su vida se siente plenamente al control de ésta. A los 16 años ya está compitiendo en el Abierto de Estados Unidos; pero al mismo tiempo que Beth mejora sus habilidades profesionalmente su aislamiento es cada vez más terrible, hasta que la idea de escapar se vuelve irresistiblemente tentadora. Y hasta ahí os cuento.
Beth Harmon es, en verdad, una criatura inolvidable y «GAMBITO DE REINA» es una de las novelas más consumadas y desgarradoras que se escribieron en aquella época. Apasionante y trepidante y con uno de los finales más elegantes y satisfactorios que he leído.Por cierto, no es necesario entender de ajedrez para disfrutar plenamente de ella. También me comentan que existe una serie de televisión basada en la novela.
Miguel Ibáñez – Librería en Alcañiz