Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: Le debo tanto. O: sin ella, probablemente ya no estaría aquí. Pensaba: Es tan importante para mí. (…) En realidad, ¿fui suficientemente agradecida? ¿Le mostré mi agradecimiento como se merecía? ¿Estuve a su lado cuando me necesitó, le hice compañía…?».
Esto que habéis leído, amigos lectores, es lo que reflexiona Marie, una de las narradoras de esta conmovedora y extraordinaria novela: de una belleza realista y sobria, difícilmente descriptible.
En realidad, el personaje principal es Michka Seld, una anciana ingresada en un geriátrico y de la cual se nos relata sus últimos meses de vida. Michka está sola en el mundo. Marie es su vecina, pero le debe mucho a Michka: cuando era niña y su madre se ausentaba frecuentemente, ella la cuidaba como una segunda madre.
El otro narrador del libro es Jérôme, un logopeda que trabaja en el geriátrico y que intenta que la anciana recupere un algo del habla, que va perdiendo por culpa de una afasia.
Ambos personajes van a verse involucrados, además, en hacer realidad el último deseo de Michka: encontrar al matrimonio que, durante la ocupación alemana, la salvo de morir en un campo de exterminio, pues aún siendo una niña judía, la acogieron y ocultaron en su casa. Nunca les dio las gracias y ahora querría mostrarles su gratitud… Porque, en realidad, de eso es de lo que va este libro: de aprender a dar las gracias.
«LAS GRATITUDES» es la última novela de DELPHINE DE VIGAN. Una de las escritoras más aclamadas y premiadas en Francia, cuya extraordinaria obra es seguida por miles de lectores en todo el mundo. Aquí, en España, ha sido el sello Anagrama el que nos ha traído gran parte de esta obra: «Basada en hechos reales», «Las lealtades», y, sobre todo «Nada se opone a la noche», que la consagró como una de las autoras contemporáneas imprescindibles.
Parece que a DE VIGAN le gusta concentrar en novelas breves y aparentemente sencillas, temas complejos y poderosos como la lealtad, la anorexia o el agradecimiento. Es así como surgen estos pequeños prodigios de escritura. En «LAS GRATITUDES», de poco más de 170 páginas, nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, las palabras, la bondad y, sobre todo, la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. «A menudo en la vida, nos dice la autora, es complicado dar las gracias, saber expresar gratitud sincera. Pensamos que tenemos tiempo y, de repente, ese alguien desaparece. Por eso quise escribir sobre este tema.
Pero DE VIGAN también reflexiona sobre el poder de la palabra: «Hablar es una manera de luchar», nos dice; y sobre la vejez, la soledad y los geriátricos que, ahora, con la pandemia tanta relevancia han cobrado.
Con un estilo contenido, casi austero, pero de una fuerza increíble, DE VIGAN aborda todos estos temas sin caer en el sentimentalismo; invitándonos a decir gracias, con palabras y gestos, antes de que sea demasiado tarde.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz