En un día normal y corriente del Cretácico superior, las semillas de la primera y mayor civilización de la Tierra se sembraron en los restos del almuerzo de un tiranosaurio.
En realidad, todo empezó con un trozo de carne de lagarto atascado entre los dientes del tiranosaurio. O, al menos, eso es lo que se dice en los cuentos que se transmiten a las hormigas pequeñas de la Federación Fórmica. La cuestión es que los dinosaurios carnívoros descubrieron, con auténtico placer, que las hormigas podían entrar en su boca y limpiar sus dientes de los molestos restos de comida. Esta colaboración comenzó a expandirse de inmediato, hasta el grado de llegar a formar la alianza saurio-fórmica. Haciendo que cada una de las dos grandes civilizaciones vayan evolucionando de la mano. Sin embargo, poco a poco, sus diferencias acabarán por crear un clima irreconciliable y el enfrentamiento entre hormigas y dinosaurios será absolutamente inevitable.
Y es que, atónitos lectores, la inteligencia es un destello fugaz en la larga noche de la historia cósmica. Que pueblen la Tierra no una sino dos especies inteligentes al mismo tiempo pone en cuestión cualquier cálculo de probabilidades. El hecho de que estas dos especies, tan distintas como complementarias, forjen una alianza que a su vez inicie una civilización desafía toda lógica.
Pero así fue, los inicios de la alianza entre las hormigas y los dinosaurios fueron humildes, pero de ella surgieron la escritura, las matemáticas, los ordenadores e incluso los viajes espaciales. Una verdadera era de las maravillas que, sin embargo, hará pagar un alto precio a la biosfera de la Tierra y a quienes dependen de ella.
La cuestión es, pues, ¿qué habría pasado si en lugar de los humanos hubiesen sido los dinosaurios los que evolucionaran hasta hacerse con el liderazgo de dicha evolución y el control de la Tierra; ayudados, además, por varios millones de hormigas curiosas e igualmente evolucionadas?
Con esa extraña premisa, CIXIN LIU (quizás el escritor actual de ciencia-ficción más famoso y aclamado: de su «Trilogía de los Tres Cuerpos» ha vendido más de 18 millones de ejemplares en todo el mundo, obteniendo los más prestigiosos premios del género) ha escrito una fascinante y genial fábula: «SOBRE HORMIGAS Y DINOSAURIOS»; una pura ficción especulativa, cargada de elementos fantasiosos y con hirientes puntos de contacto con la sociedad actual. Desarrollando conceptos como el equilibrio entre especies, la arrogancia de las clases dominantes y la necesidad de un cambio drástico a nivel global para salvar la Tierra de la catástrofe.
El conflicto final es ese: el enfrentamiento abierto entre las dos especies por un inminente desastre ecológico. Es, pues, en ese punto en el que CIXIN LIU convierte el libro entero en una denuncia de los males que aquejan al mundo y de la facilidad con la que los dinosaurios (y por tanto, la raza humana) pueden llegar a destruir todo lo conocido. Las hormigas avisan, advierten, pero los dinosaurios se niegan a escuchar, dejando a la Federación Fórmica frente a un único dilema: destruir a los dinoaurios, aniquilar una civilización… ¿o morir junto a ellos?
Pasándolo a nuestra civilización humana: ¿La única forma de detener la destrucción del planeta es, simple y llanamente, destruyéndonos a nosotros mismos?
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz