Aquella mañana, al despertar de un intranquilo sueño, Jim Sams, inteligente pero de ningún modo profundo, se vio convertido en una criatura gigantesca».
Así, de esta manera tan efectista, arranca «LA CUCARACHA», la última «nouvelle» del gran escritor británico IAN McEWAN. Arranque que, de seguro, no va a dejar indiferente a ningún lector que se precie, puesto que, ya lo habrán adivinado, es una reelaboración del famosísimo inicio de «La metamorfosisi» de Kafka. Solo que aquí se invierten los términos y nos encontramos con una cucaracha que un buen día, al despertarse, descubre que se ha convertido en un enorme ser humano. Y no en uno cualquiera, sino nada más y nada menos que en el primer ministro del Reino Unido, de nombre Jim Sams -recuérdese que el protagonista de «La metamorfosis» se llama Gregorio Samsa-, evidente trasunto del actual primer ministro Boris Johnson, de quien McEWAN ha dicho: «Es un hombre educado e inteligente, con mucho encanto personal. Y se ha convertido en un tarugo populista de la peor calaña». Jim Sams descubre que no es la única cucaracha transmutada en hombre: su Gabinete lo componen también cucarachas humanas.
Jim Sams está familiarizado con Westminster, pues en su condición primigenia de insecto transitó por sus sótanos. Ahora, como flamante «premier», empieza por invocar al pueblo para situarse por encima de todo y de todos: la oposición, los disidentes de su propio partido e incluso el parlamento y la constitución. Va adoptando, pues, medidas a cual más disparatada encuadradas en una peregrina receta económica: «el reversionismo», que pretende cambiar la dirección del flujo del dinero, y así, su propuesta estrella es que uno debe pagar por trabajar y, paralelamente, recibe dinero por comprar. Sams pone en marcha sus absurdas ideas amparándose siempre en que no hace otra cosa que cumplir la voluntad del pueblo.
Todo, en realidad, no es más que una mordaz sátira de la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos. Asuntos que la literatura no podía dejar de tratar, especialmente la británica. Así lo hicieron, por ejemplo, Ali Smith y Jonathan Coe, a los que ahora se ha sumado uno de los pesos pesados de las actuales letras inglesas: IAN McEWAN. Este recurre a Kafka para retratar una realidad que ya de por sí tiene mucho de kafkiana; pero el gran referente que subyace en su feroz sátira es Jonathan Swift: el gran maestro en el arte de servirse del humor para poner en evidencia la estulticia y combatirla.
Desde la perplejidad y la indignación, McEWAN ha escrito un libro de emergencia, que se resiente quizá de cierta precipitación, pero sin renunciar a su brillante estilo. Conciso, contundente y descacharrante «LA CUCARACHA» denuncia la alarmante degradación de la clase política y los peligros que esto conlleva.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz