Sesenta años después de que la ermita de mi pueblo cayera fulminada bajo las bombas (…), alguien decidió reconstruirla y a uno de los operarios le llamó la atención, de entre todos los grafitis que adornaban las cuatro desvencijadas paredes, uno.» Y ese grafiti es, precisamente, el inicio de una aventura sentimental, épica, iniciática,cotidiana, vibrante… y, sobre todo, maravillosa, que la alcañizana ROSA BLASCO nos desarrolla durante casi cuatrocientas páginas en una novela emocionada y emocionante que, desde este espacio, aconsejo con fervor.
«LA SANGRE EQUIVOCADA» es, en realidad, la historia de Valentina, una profesora de español jubilada en los Estados Unidos que, escribiendo sus memorias, va repasando su feliz adolescencia en Ley, un pueblo imaginario de nuestro Bajo Aragón; y, también, su primera y rápida juventud en un ambiente y una sociedad cercada y sofocada por la Guerra Civil: la llegada de las colectividades, la proclamación de la revolución libertaria… Pero, a la vez, es también la historia de su gran amor por James, un brigadista americano que aparece en su vida transformándola y trastornándola, hasta el punto de obligarla a vivir una serie de acontecimientos dramáticos y heróicos que culminarán en un final maravilloso, de esos que se quedan fijos en la memoria.
ROSA BLASCO, a pesar de ser sólo su segunda novela, consigue una habilidad narrativa verdaderamente admirable: la calided de su prosa, su sencillez -piedra de toque de todo narrador-, nos trae el recuerdo de escritoras como Natalia Ginzburg, Elsa Morante o Carmen Martín Gaite. Y es esto, sin duda, lo que da su verdadero valor a la novela: saber la gran cantidad de documentación que ROSA ha manejado, saber que ha respetado los tiempos y los hechos históricos hasta el detalle, para luego transmitir todo ello en una ficción perfectamente tramada, que discurre tan suavemente como si todo en ella fuera verdadero, como si la propia Valentina nos lo estuviera contando al oído. «LA SANGRE EQUIVOCADA» es, en verdad, un feliz acontecimiento para las letras aragonesas que merece la pena ser leído.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz