Leo Perutz (1882-1957) comenzó su carrera literaria mientras convalecía de una herida sufrida en el frente de la I Guerra Mundial. Descendiente de judíos sefarditas, huyó de su Praga natal para instalarse en Palestina en los años en que Europa se hundía en la barbarie nazi. Mal estudiante, Perutz nunca consiguió aprobar los estudios secundarios. Eso no le impidió formarse como oyente en matemáticas y ayudarle a concebir en sus novelas unas tramas precisas, que combinaban lo fantástico y lo policial. Como buen praguense, el ambiente onírico y misterioso de la ciudad vieja está presente en casi toda su obra, como en Meyrink o como en Kafka.
«MIENTRAS DAN LAS NUEVE», quizás una de las mejores novelas europeas del siglo XX, se convirtió en referencia y fuente de inspiración para numerosos autores, desde Eric Ambler, Borges o Italo Calvino hasta Hitchcock, que recreará varias escenas del libro en sus primeras películas. Estamos pues, amigos lectores, ante un escritor inolvidable, un auténtico maestro del misterio que consigue el fervor de los lectores que se acercan a él. Por todo ello, celebro con entusiasmo esta nueva edición, excelentemente traducida por Amalia Bosch, que nos brinda la editorial Mármara.
Aparecida en 1918, «MIENTRAS DAN LAS NUEVE» relata la peripecia del estudiante vienés Stanislaus Demba, que recorre la ciudad en una carrera contrarreloj. Es un pequeño intelectual que malvive en una buhardilla compartida. Necesitado de dinero busca retener a su amada como sea, ya que tiene que competir por su amor con un joven elegante y acaudalado. Para ello comete el delito de robar tres libros en una biblioteca y vendérselos a un anticuario; es capturado por la policía pero logra huir esposado. Una huida desesperada, pues dispone de unas pocas horas para lograr su objetivo. Una huida que es una auténtica locura, casi surrealista.
Demba es un personaje singular, un antihéroe inusitado: un ser capaz de las mayores hazañas en los momentos de mayor necesidad y de las mayores bajezas en cuanto se lo proponga. Es divertido, insultante, audaz y violento: Demba es una delicia para el lector!
No hay en esta novela grandes tragedias ni profundas pasiones. Perutz no pretende alcanzar una dimensión trágica, no necesita de grandes artificios narrativos ni grandes escenas impactantes, pero su lectura es angustiante y apremiante, de absurdo humor también: la arquitectura narrativa y el manejo del misterio deslumbra; y es que fue uno de esos escritores capaces de construir una gran novela con muy poco y, con ello, dar toda una lección sobre literatura.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz