Bueno amigos, creo que lo correcto es empezar esta primera reseña del 2020 con un deseo muy especial hacia vosotros, fieles lectores de este humilde espacio de crítica: os deseo, de corazón, lo mejor; y que el año os traiga un montón de lecturas interesantes y otro de felices descubrimientos literarios.
Y por todo ello voy a comenzar con una novela extraordinaria; un interesante y entretenido juego literario que tiene la virtud, además de entretener, de desgranar las grandes cuestiones de la vida. El artefacto en cuestión se titula «PATCHWORD», y casi al principio del relato se nos presenta su protagonista: «Del mismo modo que algunos nacen ricos o pobres, otros nacemos sombrero, y nuestros orígenes pueden ser tan variopintos como los de cualquier humano». Quien así habla se llama.
Athanasius Pernath (acertadísima alusión a «El Golem» de Gustav Meyrink) y es, ni más ni menos, que un genuino sombrero Panamá, que nos va a contar las peripecias de los dispares personajes a los que ha acompañado a lo largo de los años.
Los responsables de esta feliz narración son dos escritores y un pedagogo que han unido sus manos para ello, pero, y esto es lo importante, sin disociar su voz. A.G. PORTA y GREGORIO CASAMAYOR ya son expertos en estas lides literarias, pues escribieron juntos la novela: «Otra vida en la maleta»; y PORTA, además, es el autor, junto con el gran BOLAÑO, del hoy libro de culto: «Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce». A ellos dos se unió FRANCISCO IMBERNON, que aporta, con muy buen tino literario, su experiencia de varias publicaciones de pedagogía.
Desde su Ecuador natal, este sombrero panamá recorre, poniendo a prueba el azar y la casualidad, cabezas tan dispares como la de un sacerdote, un pedagogo universitario, un militar, una artista, un psicólogo, un escritor… «En general, nos dicen los autores, todos los personajes de este mosaico comparten un principio que puede resultar idílico o engañoso: la creación de un ser humano diferente…Todos ellos creen de algún modo en su capacidad de sanar (salvar) a la persona (y a la humanidad) por vías distintas: la educación, la fe, la terapia, la disciplina…». Y es nuestro sombrero, que al estar en la cabeza de las personas le permite leer su pensamiento, el que nos mostrará «las interioridades y contradicciones de cada uno de esos personajes, entre lo que predican, hacen y su experiencia vital».
Y es que a lo largo de su viaje, este sombrero va observando y opinando sobre todas las grandes cuestiones de la vida: la fe, la ética, la educación, el amor, la muerte, la frustración…, pero todo ello con una mirada tan irónica e irreverente, que hace que la lectura de esta novela, en principio tan profunda,sea una auténtica delicia, dejándonos en la memoria ese sabor, tan inconfundible, de la grandes obras. El tema de el devenir de un objeto a lo largo del tiempo pasando por varias manos, no es nuevo en la Literatura; por poner un ejemplo memorable, os recordaré esa admirable novela de Manuel Mújica Lainez, «El escarabajo».
Pero el texto urdido por estos tres escritores españoles, no desmerece, en absoluto, de esas otras historias.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz