El documento servirá como hoja de ruta para la ampliación de actividades en los próximos cinco años
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Caspe acogió la presentación del Plan Estratégico de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón (2018-2022). El objetivo del Plan Estratégico es determinar una serie de metas, medidas y programas de acciones para los próximos cinco años con la finalidad de mejorar y ampliar las actividades y contenidos de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón. Se trata de un proyecto de turismo arqueológico y cultural cuya actividad contribuye tanto al desarrollo socioeconómico del territorio (a través de la creación de puestos de trabajo directos e indirectos) como a la protección del patrimonio cultural (mediante la recuperación y puesta en valor de un patrimonio en muchos casos abandonado).
El documento ha sido elaborado por la gerencia del Consorcio a lo largo de los últimos 8 meses tras recoger las propuestas y sugerencias, en un proceso de participación de diversas entidades, tanto de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón como del Comité Científico de la Ruta y de las entidades integradas en dicho Consorcio, a las que se envió previamente el borrador.
En el Plan se analizan las cifras y datos de la evolución de presupuestos, calendario de apertura de centros, afluencia de visitantes a centros y yacimientos, etc. obtenidos desde la creación del Consorcio en 2007 hasta nuestros días, realizando un balance de los resultados de ese periodo y del impacto que ha tenido en el territorio. A pesar de la drástica reducción en el horario y calendario de apertura de centros se han contabilizado un total de 132.000 visitantes en los últimos 9 años en los 11 centros de visitantes de la Ruta, con el Museo Juan Cabré como el más visitado. Con respecto a la visita de yacimientos se dispone ya de información precisa en el caso de San Antonio de Calaceite gracias a la instalación de un eco-contador que confirma el paso de unas 12.000 personas en el último año por dicho lugar.
En el Plan Estratégico se recogen también propuestas de actuación para los próximos años agrupadas en distintos programas: consolidación y puesta en valor de yacimientos excavados pero pendientes de recuperación; protección y conservación de yacimientos incluidos en la Ruta; plan de investigación; mejoras en la accesibilidad a yacimientos y centros para personas con movilidad reducida; promoción, dinamización y didáctica del patrimonio ibérico; o la colaboración con entidades públicas y privadas. El documento se completa con un cronograma de dichas actuaciones incluyendo un sistema de evaluación y seguimiento del mismo así como unas conclusiones finales y una propuesta de financiación.
Entre las novedades cabe señalar la inclusión en el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón de la localidad de Fabara así como del yacimiento del Roquizal del Rullo, situado en su término municipal y excavado en su totalidad en las primeras décadas del siglo XX. Asimismo se resalta la necesidad de incrementar el presupuesto del Consorcio en los próximos años hasta alcanzar la cifra de 150.000 euros anuales en 2020 para poder acometer las actividades de promoción y funcionamiento así como aumentar la colaboración con otras entidades públicas y privadas, especialmente del FITE, para el desarrollo de los programas de recuperación y conservación de yacimientos y del plan de investigación.