«En cualquier caso, siempre es así. Uno hace de todo para mantenerse al margen y luego, un buen día, sin saber cómo, se encuentra metido en una historia que lo lleva directo al final».
Bueno, amigos lectores, de esta enigmática manera empieza una novela bellísima y excepcional que hoy os quiero recomendar vehementemente: «EL ULTIMO VERANO EN ROMA». La verdad es que este obra constituye un caso editorial casi único dentro del mundo de las letras. Descubierta originalmente por la gran escritora italiana Natalia Ginzburg (uno de mis amores literarios), ganó en 1973, año de su publicación, el Premio Inedito. La editorial Garzanti hizo una edición de diecisiete mil ejemplares, y se vendieron todos en ese mismo verano, pero jamás se reeditó. Desapareció del mercado y se convirtió en un libro que se disputaron varias generaciones de exploradores de librerías de lance. Llegó incluso a convertirse en tema de tesis universitarias. Pero no ha sido hasta hace unos pocos años, más de cuarenta y cinco desde su primera edición, cuando Bompiani y las más prestigiosas editoriales europeas (en España ha sido Tusquets) han rescatado del olvido esta joya de la literatura, esta maravillosa novela de iniciación que es en sí una provocación, un puñetazo, y un canto de amor a Roma.
Su autor, GIANFRANCO CALLIGARICH (Asmara, 1947), que empezó su carrera literaria con esta obra, ha escrito cuatro novelas más, un volumen de cuentos y numerosos guiones de cine y televisión, siendo merecedor de varios de los más importante Premios literarios; así mismo fue fundador del mítico Teatro XX Secolo romano. Pero, sin duda, si por algo pasará a la historia será por esta delicia de novela, por este libro de culto cuya seducción es irresistible.
Narrada en primera persona, se nos cuenta la historia de un aprendiz de periodista, Leo Gazzarra, ya en la treintena y amante de la literatura; historia que transcurre en un año, el año en que se enamoró… y lo perdió todo. Nacido en el norte de Italia y trasladado a una Roma tan seductora como inhóspita para todo recién llegado, Leo es incapaz de conservar su trabajo, sus propiedades, sus amistades. Su vida es un perpetuo deambular por una Roma calurosa que sólo la lluvia de verano vuelve habitable, y únicamente disfruta cuando puede abrir un libro frente al mar. Su peor enemigo es él mismo: deja pasar oportunidades, bebe hasta la inconsciencia, se siente solo pero, a la vez, no soporta a nadie… Esa actitud se exacerba cuando, repentinamente, se enamora de Arianna, una joven frágil, huidiza, seductora y misteriosa, a la que conoce gracias a unos amigos…. Y hasta aquí puedo contaros de esta historia de amor y dolor en la Roma mítica de la «dolce vita».
«Esta novela, dejó escrito natalia Ginzburg, es el retrato irónico, entrañable y desencantado de un hombre de nuestro tiempo… Y arroja luz, con desesperada claridad, sobre la relación entre un hombre y una ciudad, es decir, entre la multitud y la soledad».
Y no se puede decir más, sólo leerla y disfrutarla.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz