Las llamas se originaron en unas brasas que, al parecer, prendieron en el interior de la campana extractora. Pese a la espectacularidad de la humerada, que pudo apreciarse desde distintos puntos de la capital del Bajo Aragón, los efectivos lograron sofocar las llamas con rapidez y no afectaron a la estructura del edificio aunque afectaron a la cocina del establecimiento