Castelserás vivió la noche de San Sebastián entre copos de nieve y virutas de ceniza en una noche fría que tuvo un monumental aumento de grados cuando los caramballeros prendieron la gran pira. Cientos de personas rodearon la hoguera y pronto los empujones por el calor enrojecieron manos y rostros de los presentes. La monumental de Castelserás nunca falla.