La prueba consigue recaudar 26.000 euros que se destinarán a la lucha contra el cáncer
Nada menos que 560 ciclistas llegados de toda España se dieron cita este domingo en Urrea de Gaen para recorrer las carreteras del territorio en la segunda edición de la Sesé Bike Tour, que desafortunadamente para los participantes estuvo marcada por el fuerte viento. El evento, que no es competitivo, logró reunir 26.000 euros que se destinarán a la lucha contra el cáncer a través de Aspanoa y la AECC. El gran aliciente de la jornada vino marcado por la presencia de Miguel Indurain, que encabezó el cartel de invitados de excepción junto a su hermano Prudencio y a la corredora olímpica Dori Ruano.
El cinco veces ganador del Tour y dos del Giro, entre otras muchas victorias de prestigio, explicó que no pudo asistir a la primera edición pero organizó todo para no faltar este domingo. «Vengo a colaborar en la lucha contra el cáncer, a disfrutar de la bici y a intentar pasar un buen día. Espero acabar la carrera, veo a muchos chavales jóvenes de Aragón que andan mucho y yo no estoy ya para estos trotes», bromeó.
Los ciclistas lidiaron con el viento durante toda la jornada | Adrián Monserrate
Los participantes empezaron a llenar el pabellón de Urrea desde bien temprano, pasadas las 8 de la mañana, y aprovecharon para templar el cuerpo y empezar a preparar las piernas con un buen café. Ya en la línea de salida, a las 8.45 se produjo el protocolario corte de cinta y, apenas unos segundos después, los ciclistas emprendieron la marcha. Chalecos, perneras y bragas fueron los mejores aliados de los participantes para combatir el frío y protegerse del viento racheado en la medida de lo posible.
Por desgracia para ellos el cierzo no quiso faltar a la cita y acompañó durante todo el recorrido, lo que no impidió disfrutar de una gran jornada de ciclismo donde no faltaron los piques entre amigos y compañeros de grupeta. Los participantes pudieron escoger entre dos opciones: una marcha larga de 155 kilómetros y casi 2.400 metros de desnivel y una corta de 65 kilómetros y 950 metros de desnivel. En su camino recorrieron municipios como Ariño, Alloza, Andorra, Molinos, Castellote, Seno, Mas de las Matas o Alcorisa.
Después del calentón, la jornada concluyó con una gran comida de hermandad que llenó hasta la bandera el pabellón de Urrea y sirvió para que participantes y acompañantes repusieran fuerzas.
El pabellón de Urrea, hasta arriba en la comida posterior a la carrera | Alberto Gracia
Es solo la segunda edición del evento pero la Sesé Bike Tour tiene un futuro prometedor. El número de inscritos se ha duplicado respecto a 2018 y, poco a poco, la prueba va haciéndose un nombre entre los ciclistas y cicloturistas aragoneses. ¡Que siga celebrándose muchos años más!