La traca pone fin la noche del miércoles a cinco días muy intensos con multitud de actividades
Vuelta a la calma en Albalate el jueves tras una carrera de cinco días marcada por un ritmo frenético. Laura Clavería dio el pistoletazo de salida el viernes y los obedientes vecinos no han parado hasta este miércoles. Procesiones, encierros, actividades infantiles, concursos, fuegos artificiales, orquestas, actos taurinos y mucha vida en las calles para aprovechar el buen tiempo.

El fin de semana estuvo marcado por una gran afluencia de gente. Algunos de ellos llegaron hasta Albalate debido a la celebración del Gran Premio de Motorland, pero quedaron encantados con el ambiente que se respiraba en las noches albalatinas. Las orquestas pusieron la música en la plaza de la Iglesia hasta que la discomóvil tomaban el relevo en Las Piteras. Y en la calle, el olor a comida y las risas se escapaban por las puertas abiertas de las peñas de jóvenes y mayores.

La Virgen de Arcos vivió su día grande el martes. La patrona salió en hombros de la Iglesia a las ocho y media de la tarde y recorrió las principales calles del pueblo guiada por las reinas mayores e infantiles y todos aquellos albalatinos que se vistieron de baturros para la ocasión. Tras la imagen, las autoridades y más fieles la acompañaron en un recorrido que la devolvió de nuevo al templo.
Este miércoles por la mañana la patrona volvió a procesionar, en esta ocasión acompañada por la rondalla del Cachirulo de Albalate. A la noche, el baile de las reinas, los fuegos artificiales y la chocolatada con churros ponen fin por todo lo alto a estas fiestas.