La cofradía organizó procesión, misa, bendición de roscones y comida popular
Los calandinos festejaron el domingo a San Blas con una procesión amenizada por los gigantes y los dulzaineros desde la plaza en honor al santo hasta la Iglesia, donde se celebró una misa cantada que llenó por completo el templo. Después llegó uno de los momentos más esperados, la bendición de roscones a beneficio de Manos Unidas. La celebración terminó con una comida de hermandad organizada por la cofradía de San Blas.
Esta fiesta es propia del barrio de San Blas aunque se hace partícipe a todo el municipio. Anteriormente, cuando el barrio estaba más apartado, la festividad estaba considerada como la fiesta de la zona, que se prolongaba durante varios días. Había hasta fuegos artificiales, baile, sorteo de un cerdo y hasta carrozas.
Ahora poco queda de aquello aunque se mantiene la devoción. El día de San Blas, el próximo viernes, habrá misa y bendición de roscones en la ermita que honra al santo.