La familia Sanahuja pertenece a la ‘La Columna’ desde hace 64 años y continúa incorporando nuevos cofrades al colectivo por un sentimiento de tradición
Entre la marea amarilla de la cofradía de ‘La Columna’ que se deja ver cuando llega la Semana Santa, nunca falta la familia Sanahuja. En este momento, tras el nacimiento del pequeño Roque, ellos ya suman diez miembros a esta agrupación, la cual coge protagonismo especialmente el Lunes Santo, cuando tiene lugar su procesión de ‘La Sentencia’.
De ella forman parte las cuatro generaciones de esta familia desde que el bisabuelo, Felipe Sanahuja, decidió con 14 años, allá en el año 1955, unirse a la agrupación. La tradición y el fervor por la Semana Santa caspolina fue heredada años después por sus dos hijos, Rafael y Alfredo, quienes comenzaron muy jóvenes a tocar instrumentos dentro de esta cofradía, con 6 y 4 años respectivamente.
Después de estos dos hermanos, que todavía siguen en el colectivo a día de hoy, le han seguido sus esposas, Marisa Martín y Maru Barriendos, con sus hijos Sandra, Beatriz y Laura, Carmen y Dani, y el primer nieto y bisnieto, el pequeño Roque, de menos de un año de edad, que ya estrena ropa de la cofradía esta Semana Santa de 2019.
Los padres del niño se han tenido que poner de acuerdo para decidir cómo irá vestido durante estos días de festejos, ya que la madre es de ‘La Columna’ y el padre de ‘El Nazareno’. «Este primer año irá vestido con el traje de ‘La Columna’, pero cuando sea mayor ya decidirá él», cuenta Sandra Sanahuja.
«Me gustaría que mi hijo siguiese mis pasos porque yo empecé con 5 años tocando el tambor de mi abuelo y he crecido viendo a mi familia disfrutar y vivir la Semana Santa». Lo que más le gusta de esta época es ver los pasos con las flores acompañados de los toques de corneta, pero sobre todo le pone los «pelos de punta» el silencio que se forma en las calles cuando pasa su procesión.
Su hermana Beatriz también toca el tambor desde niña, para ella seguir la tradición familiar es algo «muy bonito y emotivo».
El padre de Sandra y Beatriz, Rafael, es uno de los miembros que más años lleva en la cofradía junto con su hermano, Alfredo. Empezó tocando el tambor pero le llenaba más la corneta. Nunca ha faltado a la Semana Santa caspolina y, por supuesto, a la procesión de ‘La Sentencia’. Su mujer, Marisa, y su otra hija, Laura, participan también levando las velas.
Alfredo Sanahuja comenzó todavía antes que su hermano, con 4 años: «No tengo recuerdos de ver como espectador la procesión porque he participado desde que empecé de pequeño». La única vez que faltó fue por un problema de salud, e incluso esa vez se canceló por el mal tiempo. «Empiezas por formar parte de algo en familia y con los años te das cuenta de que engancha, además hay muy buen ambiente», explica. Él también toca el tambor.
Su hijo Daniel tampoco tiene recuerdos de sus inicios porque lleva desde muy joven, y enseguida eligió la trompeta, mientras que su hermana, Carmen, optó por la corneta. Para él el mejor momento de la Semana Santa es el Lunes Santo, y para ella es la Rompida de la Hora. La madre, Maria Eugenia, toca el tambor, y se unió un poco más tarde animada por Alfredo y sus hijos. «Iba a ver los ensayos y un año me animé, la Semana Santa es una de las épocas que más me gusta».
El bisabuelo Felipe está orgulloso de que todos los miembros de esta familia estén involucrados en la cofradía en la que ingresó con 14 años. Es uno de los cofrades más veteranos de ‘La Columna’. «Este es uno de los momentos más emocionantes del año, además nos reunimos toda la familia al completo, ya que algunos viven fuera». A pesar de que ya no puede salir en la procesión como hacía antes, a Felipe no hay nada que le llene más que ver a sus hijos, nietos, y ahora a su bisnieto, participar en la procesión de ‘La Sentencia’.