Un hombre de cejas amarillas les señaló una casa oscurecida por la lluvia. El barro, la lluvia, las picaduras de insectos y el aroma de los sauces determinaron su primera impresión de Nueva Francia. La segunda impresión fue que alrededor se extendía un bosque inmenso y oscuro, una naturaleza hostil.”
A finales del siglo XVII, René Sel y Charles Duquet desembarcan en Canadá, conocido entonces como Nueva Francia, para cortar madera en durísimas condiciones en las tierras de un despótico colono francés. Mientras Duquet cae enfermo y escapa de esa “esclavitud” para dedicarse al comercio de pieles y, finalmente, a la explotación maderera, René, sensible a su entorno y unido a una india mayor que él, se queda en la plantación y sobrevive a su “amo”. Pese a que los destinos de ambos se anuncian trágicos, sus sucesores, a lo largo de tres siglos, seguirán ligados a lo que eran unos bosques sin límites, aparentemente inagotables. “EL BOSQUE INFINITO” sigue a estos intrépidos descendientes hasta la actualidad, en un viaje a través de Norteamérica, Europa, China y Nueva Zelanda: una aventura llena de peligros y venganzas, en una novela que explora no sólo las relaciones entre los pueblos y las razas, sino también la implacable destrucción de la riqueza que se encontraron los primeros colonos.
Nos hallamos ante una Novela (con mayúscula), una novela como las de antes: inmensa, poderosa, fresca, de lectura imparable; un monumental libro en el que se relata la epopeya del hombre (amores, odios, pasiones, traiciones…) en una lucha sin cuartel ante la naturaleza y contra la naturaleza para contar, no solo la historia de la explotación maderera en América, sino, fundamentalmente, la historia del capitalismo norteamericano y su rapaz destrucción de la Tierra.
ANNIE PROULX irrumpió en la escena literaria ya en la cincuentena -irrupción tan tardía como deslumbrante- con su novela “Atando cabos”, que le mereció nada menos que el Pulitzer y el National Book Award, aparte de ser llevada al cine y aclamada por miles de lectores. Luego le siguieron varias obras y el célebre relato “Brokeback Mountain”, que convertido también en película acumuló tres Oscar. Considerada una voz ya clásica de la narrativa en lengua inglesa, PROULX, además de poseer un gran oído para el diálogo y un ritmo contagioso, recrea como pocas la belleza de lo cotidiano, además de poseer el arte de escribir novelas, tan difícil de encontrar en estos tiempos.
Un prodigio, en verdad, de belleza y evasión. Una denuncia, sin concesiones, de un funesto destino.