Después del breve parón de Reyes, me es enormemente grato hablaros de una novela misteriosa, emocionante y un pelín perturbadora, una novela de lectura apasionante que reverbera durante mucho tiempo en la mente del lector: “EL GIGANTE ENTERRADO”. Su autor es, sin duda alguna, uno de los escritores en lengua inglesa más interesantes de la actualidad: KAZUO ISHIGURO (aunque, como habréis podido deducir, nacido en Japón). Integrante de lo que se ha llamado “generación Granta”, junto a McEwan, Amis o Barnes es, sin embargo, un escritor que va a su “aire”, alejado totalmente de las modas y tendencias; no es que no las siga, es que las sigue a destiempo, las elige cuando no están vigentes y las restituye, porque es él el que va a buscarlas, no permite que ellas, las tendencias, lo vengan a buscar a él. Seguramente porque no le interesan como moda, sino como técnica. Así, en 1989, decidió escribir una novela victoriana del siglo XX que lo lanzó a la fama: “Los restos del día”, o una genial novela negra -cuando sus compañeros se sumergían en la experimentación, que lo confirmó: “cuando fuimos huérfanos”. Y ahora nos sorprende con este “EL GIGANTE ENTERRADO”, el nuevo producto salido de su laboratorio de géneros, no sabemos si un “revival” de la narrativa del ciclo artúrico, pero en cualquier caso un exitoso experimento de novela histórica, mítica y fantástica en la Inglaterra medieval.
Pero es una Edad Media brumosa y extraña. Del paso de los romanos por la isla sólo quedan ruinas, y Arturo y Merlín son sólo leyendas del pasado. Todavía habitan ogros, y británicos y sajones conviven en unas tierras yermas. En una de ellas viven los ancianos Axl y Beatrice, que toman la decisión de partir en busca de su hijo. Este se marchó hace mucho tiempo, aunque no recuerdan por qué y cómo, ya que ellos, como el resto de los habitantes, han perdido buena parte de la memoria debido a lo que llaman “niebla”. En su periplo se encontrarán con varios personajes inquietantes y misteriosos, incluso con un anciano Sir Gawain, el último caballero de Arturo vivo, que vaga por esas tierras con la misión de acabar con un dragón. Juntos se enfrentarán a los peligros del viaje, que serán muchos y extraños. Pero cada uno de estos viajeros lleva consigo secretos, culpas pendientes de redención y, en algún caso, una misión atroz que cumplir.
Sumando el viaje iniciático, la fábula y la épica, ISHIGURO ha construido una narración bellísima, que indaga en la memoria y el olvido acaso necesario, en los fantasmas del pasado, en el odio y la traición. Pero habla también del amor perdurable, de la vejez y de la muerte: de los grandes y eternos temas que inquietan a los seres humanos.
Un libro hermoso y desgarrador, en verdad.