«EL PAPEL PINTADO AMARILLO», queridos lectores; una obra maestra, una joya de la literatura que, al reeditarse en estos días, no me he resistido a compartir con vosotros.
Este relato, de apenas 25 páginas, narra en primera persona y a través de varias entradas de diario, el descenso a la locura de una mujer a quien se le prescribe la cura de reposo después de dar a luz. Aislada en una vieja finca colonial a la que ha ido a pasar el verano con su marido, un médico de dudosa ética, la joven empieza a obsesionarse con los desconcertantes dibujos que se distinguen en las paredes de la habitación, pintadas de un color amarillo asfixiante.
Y ya está. No hay más argumento ni más personajes. Sin embargo, la genialidad de este relato es tal que se ha convertido en un clásico del terror psicológico (Lovecraft no se cansaba de alabarlo), en un clásico de la literatura psiquiátrica y en puntal de la literatura feminista (quizás en uno de sus primeros testimonios). Creo que no se puede pedir más.
La obra, escrita en 1892, está basada en las propias experiencias de la autora y cuando se publicó el revuelo social fue tremendo. No solo porque se atrevía a hablar por primera vez de un problema: la depresión post parto que no existía (en aquella época no estaba diagnosticado y sus síntomas se blandían como una prueba del carácter débil de las mujeres) y se silenciaba, sino que además animaba a otras mujeres a luchar contra esos síntomas haciendo lo contrario de lo que se les ordenaba hacer: pensar en lugar de reposar, actuar en lugar de tumbarse, trabajar y vivir en lugar de enclaustrarse. Por lo tanto, estamos ante una de las primeras narraciones feministas, escrita por una de las primeras luchadoras a favor de los derechos de la mujer. Luego se denunció que este texto podía empujar a la locura a las mujeres que lo leyesen; nada más lejos de la realidad: muchas de ellas confesaron que leerlo las salvó de la incipiente demencia que las amenazaba; e igualmente, ha sido considerado en el mundo de la psiquiatría como un magnífico fresco de la génesis de la enfermedad mental.
Pues bien, toda esta maravilla plasmada en un pequeño relato fue escrita por CHARLOTTE PERKINS GILMAN (1860-1935), una intelectual estadounidense muy activa en la defensa de los derechos civiles de las mujeres. Su extensa obra comprende un gran número de trabajos teóricos y múltiples piezas literarias: teatro, poesía, novela y relato. Precisamente, la edición que os recomiendo de la editorial Alpha Decay incluye, también, unos pocos relatos de la autora en los que se ven reflejadas sus teorías feministas.
En verdad, se tarda poco en leer esta historia estremecedora, pero hay que tener cuidado con los relatos cortos, aquellos que en pocas páginas son capaces de condensar capítulos enteros, pues a veces dejan una huella en nuestras vidas tan imborrables como ese papel amarillo adherido durante décadas a una vieja pared.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz