Manuel y Antonio Machado: dos hermanos, dos amigos, dos de los más grandes poetas españoles. Lo compartieron todo: su amor a la Sevilla natal; la educación en la Institución Libre de Enseñanza; su juventud desaforada en el París que aún percibe la presencia del último Oscar Wilde; sus primeros versos modernistas y simbolistas (su admiración por Darío y Verlaine); la colaboración en varias comedias en verso deliciosas (por cierto, es curioso que en «La prima Fernanda» nombran a Alcañiz cuando no se tiene noticia de que pasaran por aquí), y que les valió el rendido homenaje del joven José Antonio Primo de Rivera: «… dos intelectuales henchidos de emoción humana…»; su acendrado republicanismo (Manuel escribe junto al músico Oscar Esplá un himno para la Segunda República que no terminó de cuajar);… y, sin embargo, qué distinto final el de los dos: Antonio, ya lo sabéis, murió en el exilio tras múltiples penalidades; Manuel quedó atrapado en Burgos con su mujer mientras iban a visitar a una amiga, allí fue instigado a adherirse al bando franquista bajo pena de muerte para él y su mujer. Y es precisamente ahí, en el año 1939, cuando comienza «EL QUERIDO HERMANO», una muy buena novela que recrea esos intensos años de la vida de los dos hermanos.
Cuando Manuel recibe la noticia de la muerte de su hermano Antonio, el mundo se hunde bajo sus pies. Ha perdido a su mayor compañero en la literatura y en la vida, a su apoyo, a su confidente. No se lo piensa dos veces, pide dinero y un coche con chófer a José María Pemán y a Eugenio d´Ors (que ya le ayudaron a salir de la cárcel de Burgos en los primeros días), para intentar llegar al entierro de Antonio. Y ahí entra en escena Raúl, el joven chófer falangista, resuelto y de alma noble que se irá convirtiendo, gradualmente, en una suerte de Sancho Panza para Manuel. En unas páginas impresionantes, se nos describe ese viaje de Manuel y Eulalia hasta la tumba de su hermano, entre la devastación del paisaje fraticida y sus propios recuerdos junto a Antonio; hasta la llegada a Colliure y el emocionado abrazo a su otro hermano José.
Con un estilo ágil y sugerente, JOAQUÍN PÉREZ AZAÚSTRE, uno de los escritores más interesantes de la actual narrativa española, novela con maestría el fascinantes universo de los dos hermanos Machado, desde el Madrid bohemio de su juventud al Burgos del 39; y asistimos al relato de un viaje convertido en revelación moral, con dos hermanos separados por la guerra, pero nunca en el cariño, que encarnan la tragedia de un país, con el fanatismo ideológico frente a las emociones verdaderas.
En cierta medida, «EL QUERIDO HERMANO» (que obtuvo el Premio Málaga de Novela del 2022) es también una reivindicación de la figura de Manuel machado que, a menudo, ha sido demasiado maltratada por aquellos que suelen mirar la vida desde la barrera.
Miguel Ibañez. Librería de Alcañiz