El Mar De Aragón se engalanó para recibir en calma las bendiciones de su patrona durante la celebración del Día de la Virgen del Carmen el pasado sábado.
Pescadores, navegantes, familiares y amigos se embarcaron un año más en la conmemoración que revoluciona durante más de 25 años el Puerto del Poblado Pescadores. La festividad, organizada por el Club Náutico Mar de Aragón, arrancó por la mañana con una travesía en kayak y una exhibición de esquí acuático. Por la tarde, después de la liturgia celebrada en la ermita del barrio pesquero, llegó el momento más esperado: la bendición de barcos y la procesión marítima. La Virgen del Carmen, acompañada por la Salve Marinera, se introdujo en la barca junto con el párroco. «Es el único día en el que, en zona de secano, sacamos a la virgen para hacer una procesión en medio del embalse», explicó Asunción Barberán, una de las navegantes.
A lo largo de la procesión los tripulantes unen sus embarcaciones para celebrar juntos el momento.
Una treintena de barcas arrancó haciendo sonar las sirenas que anunciaban que la bendición estaba próxima a comenzar. Los tripulantes, flotando sobre el Pantano de Mequinenza, se fueron colocando para que la rama de romero del párroco les santificara un año más. «Llevamos más de 31 años sin tener ningún siniestro. Esperamos seguir así», declaró Luis López segundos antes de que su velero fuera bendecido.
Tras la bendición, los barcos procesionaron en un ambiente festivo. El buen tiempo, la música y algún que otro chapuzón cerraron un acto de hermandad en el que los enamorados del mar celebraron por todo lo alto su momento.