Los portillenses despidieron su semana más grande con la subida a la ermita de San Miguel
Los hogares y las calles de la Portellada vuelven a la normalidad. Los portillenses prendieron el lunes la traca de fin de fiestas poniendo así punto final a cuatro días de intenso programa festivo. La jornada comenzó con la tradicional subida a la ermita de San Miguel, todo ello acompañado con reparto de moscatel y casquetas. Ya por la tarde decenas de vecinos asistieron a una gran barbacoa.
El pistoletazo de salida tuvo lugarel viernes. Puntuales a la cita, los vecinos de La Portellada acudieron a la plaza del Ayuntamiento para asistir al pregón de fiestas. En esta ocasión los pregoneros fueron Mariano Plumed y su mujer Inés Celma, alguaciles de la localidad durante los últimos años. Instantes previos al lanzamiento del cohete, el alcalde, Alfonso Guardia, agradeció todo el trabajo de la nueva Comisión de Fiestas, organizadores del programa de actos. Ya por la noche los Diables amenizaron el bingo que tuvo lugar instantes previos a la orquesta y eltradicional baile del Farolet.
La Banda Comarcal San Antón fue otra de las protagonistas durante el fin de semana. Varias generaciones de portillenses volvieron a concurrir en los distintos pasacalles que la banda musical, con un buen número de integrantes de La Portellada, realizó por las recónditas calles del Mas de d’Alt y del Mas de Baix que conforman la localidad instantes previos a la solemne misa.