La cofradía colocará un cartel para divulgar que su capilla, de 1732, se conservó al derruirse la anterior Iglesia
La capilla de la Soledad es, junto a la Torre Gótica, el único vestigio que queda de la antigua Iglesia de Alcañiz, derruida en el siglo XVIII. El arzobispo de Zaragoza que autorizó la demolición en 1735, Tomás Agüero, insistió en que se debía conservar tanto la Torre como la capilla, que se terminó de construir tan solo tres años antes. Sin embargo, el origen de la capilla es un gran desconocido para muchos alcañizanos, al contrario de lo que ocurre con la Torre Gótica. Por ello, la junta de la cofradía de las Esclavas de la Santísima Virgen de la Soledad quiere confeccionar un cartel explicativo para dar a conocer su historia a los propios vecinos y también a los visitantes. Lo realizará en los próximos meses basándose en la información del Catálogo Artístico y Monumental de la Fundación Quílez Llisterri.
Según la información de Teresa Thomson, no solo se conservó la capilla sino que entonces se especificó que la nueva planta debía adaptarse a esta capilla. Esta edificación se proyectó como una obra independiente y unitaria, por lo que para Thomson se podría hablar de una pequeña iglesia adosada a un gran templo barroco con una interesante decoración de su cabecera. «Nos dicen que es la más bonita de la iglesia. Es diferente porque rompe la simetría y está mucho más ornamentada que el resto», comenta la presidenta de la Soledad, Ana Celia Panadés.
La joven de 29 años vivió en 2017 su primera Semana Santa en el cargo, al que llegó con «ganas de hacer cosas para potenciar la hermandad». Ya lo está haciendo con novedades para mejorar la cofradía eso sí, siempre respetando la tradición. Sus Jornadas de Exaltación de la Mantilla, que comenzaron el año pasado, volvieron a ser todo un éxito la semana pasada.En su labor de difusión de la capilla también quieren dar a conocer que, tal y como también documenta la Fundación, su procesión es la más antigua de Alcañiz. Se instituyó en 1587 por la cofradía de Santa Ana de zurradores y zapateros recorriendo las calles de Alcañiz la tarde-noche del Viernes Santo.